Amor: Apócope de amortajado.
Amorcito: Presunción de que el ser amado es un enano semental.
Bebé: Nombre dado por las adolescentes al patán que probablemente les hará uno.
Beibi: (Del inglés baby, bebé) Ya que es patán y embaraza a la escuincla, ésta se ilusiona con que es gringo, pero tampoco.
Chaparra: Eufemismo para designar a la mujer de corta estatura que te conseguiste.
Cielo : Espacio aéreo-teológico que a veces se personaliza: ''Mi cielo''.
Conejita: Por desgracia, nunca la aludida es una de Playboy.
Corazón: Inexplicable cómo víscera tan asquerosa sea emblema de la cursilería ñoña.
Cosita: Objeto muy pequeño. Si una mujer lo destina a su amado, el amado empieza a preocuparse por el tamaño de lo que el llamaría su cosota.
Flaquis: Eufemismo de anoréxica huesuda.
Gordo: Obeso irremediable, panzón chelero, pero tierno...
Jani: (Del inglés honey, miel) Extremo bilingüe de empalagamiento.
Mi amor: Obsesivo-posesivo del afecto ajeno.
Monamug: (Del francés mon amour, mi amor) Quienes lo emplean suponen que lo francés disimula la nacada e incrementa el romanticismo.
Mostrito: Monstruoso diminutivo para ''mostro'', que es una monstruosa forma de decir monstruo.
Nena: Presunción de infantilismo en la mujer amada.
Osito: Obeso con hipertricosis.
Papi: Exhibición del complejo de Electra.
Pedacito: Pequeño alcohólico.
Pollito: Lo que se dice cuando hay pierna, muslo y pechuga.
Preciosa: Anhelo de beldad y rareza en el ser amado (que 99% de los casos no es ni uno ni otro)
Querida: Ser femenino al que se quiere... hacer varias cosas.
Solecito: Lo bueno es que ilumina tu vida, lo malo es que te mantiene girando en su órbita y no te deja en paz ni siquiera por las noches.
Suiti: (Del inglés sweettie, dulcecito) Es como los dulces americanos: lo peor que hay para el corazón.
Ternurita: A un milímetro de inspirarte lástima.
Tesoro: Válido sí, y sólo sí, ya metiste mano en el cofrecito.