Anda en Culiacán por una chava: explicación de la irracionalidad de alguien por culpa de una sinaloense.
Darse en su Madrid: Pelearse a golpes por la Madre Patria.
El conde de Bulgaria: ilustre personaje, campeón en albures.
Estar bien Jalisco: presunción de que en el estado tapatío se la prolongan.
Estar bien Pensilvania: se dice así porque en ese estado gobiernan los republicanos.
Estar en Barcelona: situación altamente embarazosa por desconocimiento del catalán.
Estar en Cuernavaca: despojarse de la ropa para aguantar el calor de la eterna primavera.
Fue a hacer Popocatépetl: respuesta de Quetzalcóatl cuando los dioses le preguntaron dónde estaba Huitzilopochtli.
Guadalajara: ciudad de occidente famosa por sus arcadas y el poder de su canto.
Habitante de Bélgica: belga.
Ir a Dallas: viaje que hizo Santa Anna a darlas a los gringos, la mitad de nuestras tierras.
Ir de Guatemala a Guatepeor: viaje con destino incierto: Guatepeor no está en los mapas.
Japón tu padre y China tu madre: complejo de edipo oriental.
Lavarse el Océano: acción en pro de la ecología dental.
Los montes de Tapachula: cordillera con yacimientos de silicón.
Me Kansas City que sí: certeza capital.
No Manchester:: slogan de un detergente londinense.
Oaxaca: estado con fuertes revueltas intestinas.
Oaxtepec: poblado que los capitalinos evocan en el punto culminante de sus juergas.
Pasar por Chilpancingo: detenerte a chupar cuando vas a Acapulco con tu novio…
Peralvillo un segundillo: brevísima temporalidad de un barrio añejo.
Perote-Jalapa-Veracruz: ruta montañosa, pero te jala para donde te mandaron.
Por Detroit: desviación contranatura de cualquier trayecto.
Qué Honduras: pregunta que nos hicimos todos al ver el golpe de estado.
Qué Pachuca por Toluca: ruta que transita por tus venas, México.
Qué Pátzcuaro, Michoacán: saludo purépecha.
Sírvete un Huixquilucan: nuestra bebida nacional es escocesa.
Te la van a Metepec: ciudad hermana de Culiacán y de Detroit.
Todavía está Chiquihuite: dícese cuando por más que se pone antenas, todavía no alcanza señal.
Vámonos a Alaska: abreviatura de “a las carnitas”, “a las cantinas”, “a las cachondas”…
Vámonos a Atizapán en moto: propuesta para tener un viajezote.
Vámonos a Taxco: invitación a pelear en lodo.
Vamos a Berlín qué hay: sugerencia turística para ver el Muro derribado, la Puerta de Brandenburgo, etc.
Vente para Acapulco: invitación a disfrutar del dorado puerto en la azotea.
Vete a Chihuahua a un baile: atenta invitación a que saques a bailar a tu mamá en ese grandioso estado.
Vete a la Veracruz: y ahí te sientas a comer ostiones.
Zacatecas pa otro lado: indicación de que al menos aquí no es allí.
¡Ay Paraguay!: júbilo en el habitante de Bélgica.
¿Vas a Querétaro?: pregunta hecha a Maximiliano para saber si quería ser fusilado en el Cerro de las Campanas.