Afterear: exceder en excesos el horario de los excesos.
Bloguear: autopublicarte en internet lo que nadie te publicaría en papel.
Bluyinear: friccionar mezclillas de dos pantalones... con todo y dueños.
Bulchitear: abandonar falsedades.
Buquear: embarcar a alguien con un contrato.
Chatear: única conversación posible para los obtusos.
Chilautear: foreverearse ligero; afterear suave.
Copipeistear: acto de evadir la copia manual.
Corear: asumir el cargo de mariscal de campo llanero.
Customizar: idealmente, personalizar; en realidad, anacar.
Daunloudear: bregar en el fango virtual hasta descargar un archivo.
Deitear: procedimiento para hallar por eliminación demográfica a tu pareja ideal.
Destaguear: cuidar la propia honra, borrando las evidencias electrónicas de tu deshonra.
Dilerear: ejercer el liderazgo con estupefacientes.
Diyear: administrar a los convidados a una fiesta tu mal gusto musical.
Escanear: barrer con una mirada eléctrica.
Espanquear: razón por la cual las chicas malas son preferibles.
Espotear: ubicar ubicables y ubicados, ubícate.
Feisbuquear: ser o no feisbuquear, he ahí el dilema.
Foreverear: negación patológica a que la fiesta (o la juventud) ya terminó.
Forguardear: forma reproductiva de los mensajes insulsos.
Fotochopear: cirugía estética en 2D.
Frilancear: verbo prehistórico referente a la caza del mamut con lanzas; en la época moderna se refiere a perseguir la chuleta.
Gueimear: única actividad intelectual de los subnormales.
Hipsterear: Acción y efecto de ser 'modernito' y ufanarse de ello.
Instagramear: Diestra toma las fotografías y siniestra le mete filtritos aspiracionales.