La franquicia de Call of Duty, una de las que más generan dinero en la industria, me demuestra año tras año que es como la comida chatarra: sabemos que no nutre pero cómo nos encanta. Además, con moderación no tiene por qué hacernos daño. Lamentablemente, Activision no conoce qué es la moderación y nos entrega frecuentemente más derivados de esta serie.
Esto no tiene que ser malo por sí mismo, ya que los títulos tienen calidad, pero sí es de notar su poca innovación y su desorientación en aras de parecer diferente. Mención aparte merece toda la mercadotecnia que hay detrás de estos juegos.
Para Black Ops III una vez más nos trasladamos a un futuro cibernético donde las humanos ya son más máquinas que homo sapiens. El planteamiento de la trama no puede ser más cliché, pero tampoco es que todos los demás sean súper innovadores. El problema de Black Ops III es que, como en todos sus aspectos, levanta demasiada expectativa para luego no cumplir. Es decir, la trama se queda a medias, está llena de momentos con muchas explosiones, pero hasta ahí. El giro de tuerca no es tan impactante y pudo dar pie a debates interesantes sobre moral y biotecnología. La estructura es líneal y ya no tomarás decisiones.
Sin embargo, sí hay una que otra novedad en este aspecto. Por ejemplo, podrás elegir por primera vez a una mujer como el personaje principal (y la puedes personalizar usando la raza que gustes).
Respecto a las mecánicas de juego en la campaña, al inicio (en el tutorial) el juego te muestra todo lo que puedes hacer (hackear torretas, doble salto, correr en paredes, etc.), pero luego te obliga a elegir una “línea” de personalización de la que no te puedes salir hasta que alcances cierto nivel y entonces sí se desbloquean todas las habilidades.
Un acierto parcial de la campaña es que tiene modo cooperativo. Y digo “parcial” porque no hay nada de estrategia en él, ya que basta con que cada quien mate enemigos y avance para pasar el nivel y ya: no hay necesidad de comunicarse ni de gritarse ni de pelearse entre tus amigos y tú. Esto pasa porque también la inteligencia artificial no coopera para crear un ambiente de tensión: cuando juegas en cooperativo sólo te aparecen más enemigos que cuando juegas solo, y eso es todo. Sólo en algunas excepciones, la IA parece ponerse más agresiva que de costumbre. Eso sí, el modo cooperativo es divertido. Si juegas solo, pues no te divertirás tanto.
Algo a destacar, y que me latió bastante, es el nuevo modo de zombis, en donde la verdad nadie se toma en serio nada y sólo se trata de divertirse y ya. Aunque la dificultad sí va subiendo, pero te entretienes mucho. Además, una vez que termina la campaña puedes rejugar todo el título pero ahora los enemigos serán zombis. No es la gran cosa, pero divierte un poco.
¿Pero a quién le importa la campaña? Parece que sólo a mí. Mejor hablemos del multiplayer, en donde la acción jamás se detiene, los movimientos de los personajes son ágiles, los disparos son sutiles y efectivos y los mapas son grandes y con recovecos sorpresa. Las habilidades, al contrario que en la campaña, son mucho más accesibles y el sistema de progresión es orgánico. También hay clases en el multiplayer, pero al final la verdad es que no aportan casi nada y prácticamente da igual cuál elijas.
Si bien el multiplayer es más pan con lo mismo, jamás diría que es aburrido; sin embargo, no innova prácticamente en nada y se siente demasiado similar al de los COD anteriores. Si no tienes ninguno de estos juegos, compra BOIII. De lo contrario, mejor evítalo y espera a que la franquicia realmente dé un brinco de innovación.
+ Buen desempeño técnico
+ Multiplayer divertido
+ Buenos efectos de sonido
+ Modo con zombis
- Trama insulsa
- Progresión restrictiva en campaña
- Sosa inteligencia artificial en campaña
- Muy poca innovación
Call of Duty: Black Ops III
Desarrolla: Treyarch
Publica: Activision
Consolas: XO, PS4, 360, PS3, PC
Salida: 6 de noviembre 2015
Clasificación: M para audiencias mayores de 18 años