Las vacaciones se acercan (o aunque sea unos días de descanso) y seguro estás tentado a desempolvar tu consola. The Division de Ubisoft es una buena opción para pasar tus días de asueto, pero antes de comprarlo, checa estos puntos.
Lo que sí me gustó:
Se trata de un RPG de acción en tercera persona en el que controlas a un grupo de personajes sobrevivientes de un extraño virus terrorista que dejó desoladas las calles de Nueva York en la víspera de Navidad. La idea es que puedes completar las misiones solo o con un escuadrón de hasta otras 3 personas.
Si jugaste Destiny y te gustó, deberías jugar The Division, título que, de hecho, es superior a él en varios aspectos.
Es una gran recreación del centro de Manhattan, está lleno de detalles, guiños y secretos. La ciudad se siente viva, aunque estemos en el apocalipsis, y siempre sientes que hay espacios por descubrir.
The Division pasó la prueba en cuanto a física y dinámica se refiere: puedes disparar a través de ventanas o explotar las granadas de los enemigos antes de que la lancen (con resultados muy graciosos).
Hace mucho que no jugaba un título que fusionara tan bien ambos géneros y los integrara tan orgánicamente. The Division se siente moderno, con reto y muchas decisiones que tiene que tomar, tal y como son los buenos RPG.
De pronto uno podría pensar que sólo son balazos y ya, pero sí tiene narrativa y además está bien construida, gracias a los pedazos de historia de los que te vas enterando mediante mensajes en los radios y otros elementos de los escenarios, además de los cinemas antes y durante las misiones principales.
La barra de vida funciona es sencilla de entender. Además, puedes ver cuánto te están dañando cuando te están atacando sin necesidad de verla, pues basta que te enfoques en tu mirilla.
Otros elementos, como la cantidad de balas que tienes, las granadas que puedes aventar o las armas con las que cuentas, se muestran de forma clara y accesible.
La personalización en The Division es alta. Y parece que no al inicio, pero en pocos minutos sientes realmente sientes que tu personaje no se parece a ningún otro. Todas las habilidades con las que cuentas hacen la diferencia en la batalla. La personalización se hace fácil gracias a que puedes comparar fácilmente tus piezas de equipo y armas, y también puedes vender fácilmente las que no quieras.
Las batallas son frenéticas, aunque la inteligencia artificial sea un poco predecible.
La carga de las mismas es rápida y, una vez que las aceptas, nunca sabes a qué te vas a enfrentar.
Será un gran reto, pero puedes hacerlo. Aunque lo ideal es que juegues en equipo porque realmente te sentirás invencible, además puedes aplicar varias estrategias y el ritmo corre suavecito como sedita. Al final, tu equipo se deshace sin problema y después puedes continuar tú solo o puedes agregar a los jugadores con quienes mejor te hayas llevado.
Impredecible, brutal, divertida: en ella te enfrentas a enemigos con inteligencia artificial pero también a jugadores humanos que se pueden unir a ti para robarle cosas a la IA y luego traicionarte. Nunca se sabe qué puede pasar.
Pero The Division no es perfecto, y he aquí lo que creo que pueden mejorar:
Es una pena que los enemigos casi siempre sigan los mismos patrones, tipos y roles. Su comportamiento es fácilmente identificable.
No puedes agacharte y, por si fuera poco, la cobertura es algo accidentada. Correr tampoco funciona muy bien. Cuando te alejas un poco de la cobertura, el personaje se levanta, dejándote vulnerable.
Lo malo es que tienes que pasarlas a fuerza para subir niveles, porque la campaña por sí sola no te va a servir. Esto es una pena, porque está muy bien construida y se siente orgánica, pero el brinco de nivel de una a otra es grande. Es mejor que hagas las misiones secundarias para ser más fuerte y luego continuar con la campaña.
Generalmente vas a seguir este patróm: entras a una misión principal, la pasas, luego haces misiones secundarias para subir de nivel, continuas con una misión principal, y repites todo…
No hay armas ni equipo tan poderoso que valga la pena o que te ponga un paso adelante que tus rivales como en Destiny. Pero esto no es del todo malo, porque aquí lo importante es tener una buena combinación de elementos y buena estrategia.
Tienes que ir, literalmente, a pie de un punto a otro, así que más vale que vayas desbloqueando guaridas a lo largo del juego para que siempre tengas una cercana. De lo contrario, vas a odiar los traslados, pues son pocos los puntos de viaje rápido.
Una vez que pases la misiones, no vale la pena regresar a ellas aunque los enemigos sean de niveles inferiores porque ya sabes que no te darán nada que valga la pena. Una vez que llegues al endgame, únicamente te quedan las dark zones para divertirte. O tal vez pasar algunas misiones en dificultad más alta.
Así que ya lo sabes.
En general, The Division fue un juego que me sorprendió para bien, no quería dejar de jugarlo y me asombró gráficamente. Prácticamente todo en él se siente orgánico, integrado. Realmente sientes que estás controlando el crecimiento de tu personaje y que cada pieza de accesorio o habilidad hace la diferencia.
The Division es un gran acierto de Ubisoft que debes probar para que nadie te lo cuente.
The Division
Desarrolla: Massive Entertainment
Publica: Ubisoft
Consolas: PS4, XO, PC
Clasificación: M para mayores de 18 años
Salida: 8 de marzo 2016