A lo largo de su carrera, Thomas Glassford ha convertido espacios públicos en encuentros memorables con el arte plástico. Sus intervenciones escultóricas en entornos urbanos desafían los límites de la forma y el espacio, construyendo mensajes estéticos y culturales que exploran temas como la botánica, la biología, la sociología y la astronomía.

En esta ocasión, Glassford se une al programa Visiones Botánicas con Liminalidades epífitas, una obra monumental que combina imponente fragilidad. Inspirada en los paisajes marinos y en las pinturas prehistóricas de José María Velasco, esta instalación toma forma de un candelabro vegetal, cuyos tallos caen desde el techo principal del museo, evocando la serenidad de un paisaje floral sumergido.