El hombre en la encrucijada. El mural de Diego Rivera en el Centro Rockefeller

septiembre, 2014

23sep - 30dicTodo el díaEl hombre en la encrucijada. El mural de Diego Rivera en el Centro RockefellerLa muestra, que se presenta en el aniversario 50 del Museo Anahuacalli, narra la historia del mural que Diego Rivera realizó para el Centro Rockefeller y que fue destruido.

Diego Rivera con su obra. / Cortesía.

Detalles del evento

mié-dom 11-17 h hasta el 30 de diciembre de 2016

Por Luis E. Pineda

La verdad es que no me emociona el trabajo de Diego Rivera, ni los estereotipos que creó, ni muchas de las posturas que adoptó a distintas circunstancias. Pero eso no importa, ya es un personaje más que forma parte del panteón de la historia oficial de México: si había duda alguna, su consagración fue aparecer en los billetes de quinientos pesos.

Irónicamente, el único mural que me hubiera gustado de él fue destruido. Y no me hubiera agradado por la imagen per se, sino por el proceso que tuvo la realización del trabajo y los efectos subsecuentes.

El hombre en el cruce de caminos, titulo original del mural, fue pintado en el edificio principal del Centro Rockefeller: un ambicioso proyecto del magnate petrolero que durante la Gran Depresión empleó a cerca de 40 mil personas para su construcción, en New York. Jamás fue exhibido al público, ni fotografiado profesionalmente, pues debido a incorrecciones políticas se mando destruir.

El hombre en la encrucijada cuenta el proceso de este mural con fotografías, cartas y reproducciones facsimilares de algunos de los bocetos de Rivera para tal trabajo.

Está dividida en dos partes. La primera en la galería, donde se exponen todas las fotografías, documentos, etc. La segunda parte, está en el segundo piso del museo, y ahí se muestran 16 bocetos restaurados: lo único que sobrevivió de este trabajo.

La exposición hace una muy buena cronología de los hechos y contextualiza muy bien la situación al presentar a los personajes involucrados, los acontecimientos económicos, situación política. Lo que permite entender lo que pasó con el mural y las consecuencias.

Para mí, lo importante es lo que pasa alrededor del mural. Se me hace más artístico el proceso de enfrentar dos ideologías, en plena Guerra Fría, en el corazón de uno de los ejes –que a la postre fue el hegemónico-: un enfrentamiento que, a diferencia de los que existían en otros lados, no necesitó de armas para hacer mella: se bastó de imágenes, de símbolos.

Destruido en New York, el mural se comisionó de nuevo para ser pintado en el Palacio de Bellas Artes. Y fue hecho. Pero no es lo mismo ni por la perspectiva con la que el espectador hubiera contado en el Rockefeller Center, ni por la gran carga de significación que habría adquirido en New York: por estar en New York y en el complejo del magnate. En Bellas Artes, es sólo otro mural: la “Escuela Mexicana de Pintura” ya había sido absorbida y neutralizada.

No les cuento la historia completa, pues de eso se trata la exhibición. Recomiendo mucho que se vaya a ver pues es un episodio de la vida de Rivera al que casi no se le ha puesto atención, siendo esto quizá lo mejor que hizo en su trayectoria artística.

Creo que, involuntariamente, la exhibición también da un buen ejemplo de la forma en que deberían ser vistas obras de arte contemporáneo que a simple vista nos desconciertan, pero necesitamos tener en cuenta las circunstancias que rodean a la pieza para poder darnos cuenta de su importancia (o falta de).

Horario

Septiembre 23 (Martes) - Diciembre 30 (Viernes)

Ubicación

Museo Anahuacalli

Museo 150 Entre Árbol de fuego y División del norte, esquina con Tlalpan

Precio

Compra de Boletos