Manual del buen roomie chilango: 7 reglas para coexistir y resistir
Si aún no conoces este manual que seguro te sacará de muchas, debes leer algunas de nuestras reglas de roomies chilangas. Rifan y mucho.
Por: Redacción mn
Algunas reglas de roomies resultan básicas para poder convivir sana y educadamente, nos dimos a la tarea de preguntar entre nuestros colaboradores ¿Cuál es el manual del buen roomie chilango? y las respuestas —consideramos— les pueden salvar de mucho, mucho drama.
Reglas de roomies en tierras chilangas
El respeto al espacio ajeno es la paz
Ya sea que rentes con una o varias personas, cada uno dispondrá en el mejor de los casos de su habitación. Las áreas comunes son cosa aparte. En el peor escenario es molesto entrar sin tocar la puerta, entrar mientras tu roomie no está en su cuarto y peor aún tomar sus cosas “Un día llegué y mi roomie traía puesta una de mis blusas”, respeten para que se les respete. El básico.
Las mascotas: tema de batalla
Hay personas que tienen la fortuna de tener un michi o perrihijo en sus viviendas. Si eres de esos afortunados debes saber que 10 gatos en un depa de 6×6, es un tanto incómodo, para tus roomies “Un amigo se tuvo que salir de su depa porque la roomie ya tenía gatos que se hacían pipí en la licuadora”. Siempre antes de rentar y compartir pregunta qué tan dispuesto estás a compartir espacio con algunos seres vivos extra, o bien, darte el lujo y responsabilidad de cuidar bien de tus mascotas.
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Donde comen dos, no comen tres
La despensa y el uso de artículos generales para la casa puede ser un dolor de cabeza si uno de los roomies no pone su parte o peor aún al final de la quincena decide hacer una excursión al refri o reservas de su compañero “Mi roomie cada vez que se ponía high se acababa mi cereal y me dejaba sin desayuno. Me lo reponía sí, pero era molesto”. A muchas personas les gusta llegar y hacerse un sandwich, beber su café o hacer su ensalada. Si vas a tomar algo por emergencia pide permiso antes: nunca te comas algo que no te pertenece. Por favor, no lo hagas.
Cuida lo ajeno como si fuera tuyo
A veces tenemos la fortuna de ir a un lugar que ya tiene lavadora, refri, sala, comedor y hasta asador para nuestra carnita asada, el problema es cuando tiramos vino en el sofá —carísimo por cierto— de nuestro roomie, se nos cae un jarrón heredado por la tía o nos toca la mala suerte de descomponer la lavadora “Mi ex-roomie y yo nos dejamos de hablar porque un amigo, en la peda, rompió una de sus macetas”. Si invitas amigos o personas ajenas al depa que compartes hazte (y hazlos) responsables de cuidar todo en el lugar. Es molesto llegar y encontrar algo que nos costó mucho, le tenemos aprecio y cariño, roto y destruido. No se vale.
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Limpieza es respeto
A nadie le gusta llegar a casa después de un día pesado y tener que limpiar la sala común o lavar trastes… ¡mucho menos los que no ensució! Ponte muy pilas en este tema, de tu cuarto puedes hacer una fauna si quieres pero las áreas que compartes en especial el baño y cocina siempre, siempre deben permanecer limpias “Tenía un roomie que se hacía licuados y dejaba las cáscaras de huevo, las envolturas y latas de atún en el fregadero… ¡todo apestaba!”. Aguas con tu tiradero.
Salud mental
Se vale cortar con tu crush y andar bien tóxico de ti mismo. Una hora. Un día. Jamás hagas que tus problemas personales conviertan la vida en convivencia en un infierno insostenible, “Un día llegué a casa y mi roomie estaba tirada en su cuarto rodeada de ropa, platos sucios, botellas de cerveza y colillas de cigarro… el novio la había dejado”. Cuida la relación con tus compañeros de casa para que siempre impere el respeto y cordialidad. Se vale tener un bajón o ayudar a otros con el suyo pero no son (somos) niñeras de nadie. ¿Va?
Cumplir con los pagos
Una de las reglas de roomies básicas. No tenemos que ahondar en el tema de que se te olvido apartar lo de tu renta, ni mucho menos que te lo gastaste en una noche de juerga. Sé responsable. Punto. “Voy a demandar a mi roomie tiene tres meses que no me paga porque dice que tiene problemas en su trabajo, le pedí porfa que si no pagaba se fuera y hasta amenazó con matarse”. Si te avientas la responsabilidad de vivir con alguien más, sabes de cajón que debes y tienes que pagar en tiempo. Controla tus finanzas.
