La Sierra Gorda de Querétaro: una joya histórica y cultural
Hay que decirlo así: la historia de Sierra Gorda de Querétaro es una excepción en nuestro país. En pleno siglo XVIII los grupos chichimecas de la región (pames, jonaces, guachichiles) permanecían paganos, rebeldes. Pacificar este territorio costó sangre.
Lo que vino después fue una sorpresa. En principio, lo que buscó Fray Junípero Serra, después de la humillación, fue empoderar a los sobrevivientes. Por eso fundó cooperativas, distribuyó tierras, impulsó la autogestión. Jamás les impuso a los pueblos el español ni una cosmogonía específica; predicaba en lengua pame y se esforzó para buscar un punto de encuentro entre la fe católica y los mitos prehispánicos.
De este encuentro poco común quedó registro. Las cinco misiones de la Sierra Gorda de Querétaro–ubicadas en Jalpan, Landa, Tilaco, Tancoyol y Concá– son únicas en el mundo. Allí, en piedra, quedó grabado el diálogo entre dos culturas distintas. En cada fachada, junto a vírgenes y santos, quedaron también los conejos, las sirenas con rasgos indígenas, las mazorcas, las águilas que devoraban serpientes. El peculiar estilo arquitectónico –barroco mestizo, le llaman los que saben– incluso fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Hoteles para mascotas: el plan perfecto para cuando te vas de viaje
A esta experiencia histórica hay que sumar los bellos paisajes de la Sierra Gorda de Querétaro: toda la zona es reserva de la biosfera y la más rica en cuanto a diversidad climática y foresta de todas las reservas del país.
Plan caro
Hay pocos lugares de hospedaje en la zona. Los hoteles Misión Concá y Misión Jalpan no son precisamente caros, pero son una de las mejores opciones en los alrededores. $800, aproximadamente por noche, dependiendo la temporada, hotelesmision.com.mx
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Plan barato
Existen opciones Airbnb, muchas de ellas en medio de las montañas. En puerto de Ánimas, por ejemplo, a
pocos kilómetros de Jalpan, puedes contratar una habitación por menos de $500, para dos personas. O una cabaña entera por poco más de $1,000. Eso sí: olvídate de señal del celular.
