Al caer la noche las luces ámbar del corazón de la ciudad de Querétaro iluminan la cantera de los edificios de una manera muy especial, como si un viaje en el tiempo estuviera por suceder. Las luces y las sombras guían hacia uno de los espacios más importantes de esta ciudad: el actual Palacio de Gobierno, que fue la residencia de los corregidores de Querétaro y donde se llevaban a cabo los círculos literarios que después se convirtieron en el germen del movimiento independentista. Desde aquí Josefa Ortiz de Domínguez logró alertar de que la conspiración había sido descubierta.
Este hermoso edificio, que las crónicas del siglo XVIII señalaban como uno de los más elegantes en leguas a la redonda, fue escenario de otros momentos históricos: en él se exhibió el cadáver del emperador Maximiliano y fungió como Palacio Nacional cuando Venustiano Carranza instauró la capital en la ciudad queretana.
Además aquí se puede contemplar la versión original de la Constitución de 1917, firmada precisamente en esta ciudad, además del hermoso Salón de los Espejos y las habitaciones de donde salieron las primeras palabras de libertad para nuestro país.
Si ya lograste despertar la pasión por la historia, entonces ahora ve al Museo de los Conspiradores, a unos pasos de distancia. Con una serie de murales y una museografía bien cuidada, en este sitio se exponen de manera sencilla los orígenes del movimiento independentista.
La casona fue restaurada y sus remates en cantera rosada le suman una elegancia que se puede vivir en cada una de las históricas plazas de Querétaro. No puedes partir sin tomarte una foto a los pies de la estatua de la Corregidora, en la plaza del mismo nombre; es uno de los hitos de un paseo por esta ciudad.
Conspiración al descubierto
En San Miguel de Allende, Guanajuato, se encontraba el cuartel de los Dragones de la Reina y, por supuesto, la casa de Ignacio Allende. El Palacio Municipal de San Miguel, frente a la histórica parroquia del mismo nombre, rememora los amplios espacios de las casonas de esa época, algunas intercomunicadas a través de túneles por donde escaparon algunos conspiradores.
Pasear por sus parques, subir al quiosco lleno de estrellas o comer un tradicional helado frente a la plaza mayor son placeres que no debes perderte. Otro imperdible es el Santuario de Atotonilco, apodado la Capilla Sixtina mexicana, donde las fuerzas independentistas tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe que ondearía el cura de Dolores, Miguel Hidalgo, en la misa de gallo del 15 de septiembre de 1810.
Pocos kilómetros separan a San Miguel de Allende de la hermosa Hacienda de Corralejo, ubicada en Dolores Hidalgo, casa natal del Padre de la Patria. La fachada de la parroquia de la localidad, precioso trabajo de escultura en cantera, es otra de las imágenes imperdibles de tu ruta.
Destaca también la antigua Casa del Diezmo, sitio donde vivió Miguel Hidalgo;
actualmente es un museo que narra la historia del prócer. Y si ya andas por ahí, festeja al son de José Alfredo Jiménez y visita la casa museo dedicada al célebre cantante en el centro de Dolores.
Más info:
– IG: @qrotravel
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