México está repleto de lugares espectaculares, con escenarios naturales impresionantes, historias, tradiciones preciosas y comida deliciosa. Lo mejor que podemos hacer es conocerlos, disfrutarlos, fotografiarlos y llevárnoslos con nosotros. Hay 132 Pueblos Mágicos en todo el país y el 5 de octubre fue declarado el Día Nacional de los Pueblos Mágicos. No todos son tan mágicos, pero la mayoría tiene encantos particulares que ofrecerle a los viajeros. Agarra las maletas, ponle gasolina al coche y lánzate a explorar estos Pueblos Mágicos cerca de CDMX que seleccionamos por ser, bonitos, accesibles y baratos. ¡Buen viaje!
11 lugares naturales cerca de CDMX: volcanes, ríos, casas en el árbol…
Los encantadores Pueblos Mágicos cerca de CDMX
Atlixco, Puebla
Distancia desde CDMX, en coche: dos horas
Por qué tan mágico: Atlixco es famoso por ser el pueblo con más iglesias en todo el país, por sus mezcales excepcionales y por la villa iluminada de Navidad que cada año atrapa a miles de visitantes. Una de las actividades más disfrutables en este Pueblo Mágico es caminar por Avenida Hidalgo, la principal. ¡Es preciosa! Todas las casas son de colores, tienen balcones, flores, faroles… Después vete a comer una barbacoa, un consomé atlixquense o unos mixiotes de carnero, típicos de aquí. De postre: las clásicas galletitas de Convento o los Helados Ximitl, de sabores exóticos como chapulín o polvorón. También puedes escapar a la Cascada de San Pedro Atlixco (rumbo a Zacatlán) o disfrutar del paisaje y la vista panorámica desde lo más alto del pueblo.
Zirahuén, Michoacán
Distancia desde CDMX, en coche: cuatro horas
Por qué tan mágico: Es uno de los Pueblos Mágicos cerca de CDMX y está a pie de un encantador lago purépecha, uno de los principales de la zona lacustre de Michoacán. Es perfecto para un retiro espiritual, contemplativo y meditativo. No hay mucho que hacer más que descansar en una linda cabaña rústica, comer delicioso pescado blanco y charales en las cocinas tradicionales del pueblo, caminar por las calles empedradas y calmas, visitar las iglesias, recorrer el lago a bordo de una lancha con un guía que te platique la historia de la princesa purépecha y el lago, hacer kayak en el río, hacer birdwatching, andar a caballo, recorrer la zona ecoturística a pie, lanzarte en la tirolesa, hacer fogatas al anochecer o simplemente descansar con el ruido de las olas y el viento acariciando los árboles. En realidad sí hay mucho qué hacer y sin señal 4G.
Aquismón, San Luis Potosí
Distancia desde CDMX, en coche: seis horas
Por qué tan mágico: Fue reconocido como Pueblo Mágico hace poco por su oferta ecoturística y de aventura espectacular. Entre cascadas, cuevas y cañones, el escenario natural es maravilloso. Debes de visitar la cascada de Tamul, donde puedes hacer rapel o recorrer el río en kayak; también es imperdible el “sótano de las golondrinas”, un abismo natural de 60 metros de diámetro y 512 de profundidad –es el sexto más grande del mundo–. O si lo que quieres es acampar, hacer senderismo o espeleología, ve a las cuevas de Mantetzulel, unas cavernas preciosas. Además, hay balnearios, por si solo quieres descansar y comerte unas enchiladas potosinas. Acá tenemos una guía completa para Aquismón.
Guanajuato, Guanajuato
Distancia desde CDMX, en coche: cuatro horas
Por qué tan mágico: Calles empedradas –consideradas Patrimonio de la Humanidad–, enchiladas mineras, mezcalito, bohemia y arte hacen de Guanajuato uno de los destinos más vistados por los chilangos (aunque no es uno de los Pueblos Mágicos cerca de CDMX porque es ciudad colonial). Peeero, hay muchas más actividades que hacer, aunque seguro no sabías; por ejemplo: recorrer los estrechos e inclinados callejones en cuatrimoto, pasando por túneles subterráneos y las minas que le dan identidad al estado. También es recomendable la experiencia estrellada para ver constelaciones y nebulosas en el techo de la Universidad de Guanajuato –donde está el observatorio astronómico La Azotea–. Y, si te gusta el vino, puedes visitar un viñedo local a pocas horas de la ciudad, como Camino D’Vinos. Acá hay una guía completa sobre qué hacer en Guanajuato.
Tlacotalpan, Veracruz
Distancia desde CDMX, en coche: cinco horas
Por qué tan mágico: Un rincón insólito en este país, donde las casas de colores parecen salidas de un comercial de Comex. A pie del Lago Papaloapan, este pueblito encantador es Patrimonio de la Humanidad así que prepara la cámara porque hay muchísimos escenarios para fotografías espectaculares. Camina por sus banquetas de mármol, visita las plazuelas, la Capilla de Nuestra Señora de la Candelaria y tómate una nieve de café o un torito de alguna fruta tropical. Vete hasta Plaza Colón y toma un paseo en lancha por el lago. La Casa de la Cultura y las Artes “Agustín Lara” te espera y los restaurancitos del malecón con sus delicias ribereñas, también.
Mineral del Chico, Hidalgo
Distancia desde la CDMX, en coche: tres horas
Por qué tan mágico: Viejas casonas con techos de teja color rojo a dos aguas forman un paisaje provinciano y con encanto que evoca el antiguo esplendor minero de este Pueblo Mágico. Mineral del Chico forma parte del llamado “Corredor de la Montaña” de Hidalgo (junto a Huasca de Ocampo y Real del Monte, otros Pueblos Mágicos cerca de CDMX. La naturaleza es uno de los principales atractivos de Mineral del Chico, pues el Parque Nacional El Chico, declarado como reserva natural de México, tiene parajes bellos como Pueblo Nuevo, Las Ventanas, las presas Jaramillo, El Cedral, el Valle de los Enamorados, entre otros.
Zacatlán, Puebla
Distancia desde CDMX, en coche: tres y media horas
Por qué tan mágico: En el corazón de la sierra poblana, quizá sea uno de los Pueblos Mágicos que más sorprenden. Sus vistas son simplemente hermosas, es casi como estar entre las nubes –bueno, literalmente lo estarás, pues se encuentra en la parte alta de la sierra–. Spoiler: sus amaneceres son espectaculares, sobre todo cuando hace frío, ya que la neblina le da un toque único. Date una vuelta por la Barranca de los jilguerillos, pues tienen un puente de cristal donde te sentirás volando en el aire –aunque sí da miedito al inicio–.
Real del Monte, Hidalgo
Distancia desde CDMX, en coche: dos horas
Por qué tan mágico: Por un lado, parece un pueblito inglés: hace frío, llueve y a veces amanece con neblina, sobre todo en invierno. Por otro lado, tiene todo el encanto de los Pueblos Mágicos de Latinoamérica: calles adoquinadas con arquitectura colonial, casas de colores y atardeceres cálidos. Ve con zapatos cómodos porque este pueblo se camina. Las calles son empinadas y están llenas de restaurantes, barecitos y tiendas con fachadas muy monas. Obvio debes de probar los famosos pastes, la barbacoa, las gorditas, el pulque y sobre todo el ximbó, un guiso tradicional de pollo, cordero, res, pescado o puerco con nopales, adobo y cocido entre pencas de maguey en horno de tierra.
Cuetzalan, Puebla
Distancia desde CDMX, en coche: cuatro horas
Por qué tan mágico: Uno de los Pueblos Mágicos cerca de CDMX que en serio es mágico. Es un pueblito cafetalero, por lo que el buen café no te va a faltar; incluso puedes hospedarte en alguna hacienda cafetalera (sí, sí, en medio de las plantas de café donde no hay señal 4G). Es recomendable visitar las grutas Aventura (a 20 minutos del centro) y las cascadas Las Brisas, donde encuentras vistas increíbles y un silencio precioso en medio de la naturaleza. La comida, poblana tradicional de la sierra, es deliciosa donde sea (pero, sobre todo, en el mercado).
Comonfort, Guanajuato
Distancia desde CDMX, en coche: tres horas
Por qué tan mágico: Es uno de los Pueblos Mágicos más recientes (declarado en 2018). Es mágico por su comida tradicional; destacan las tortillas ceremoniales, hechas con maíz quebrado y un poco más gruesas –y definitivamente más sabrosas– que las que comemos en la ciudad, que además se decoran con flores y sellos de más de 200 años de antigüedad. Este pueblo es conocido también por sus artesanías (sobre todo por los molcajetes de piedra que hacen las maestras artesanas). Si ya andas en Guanajuato, bien puedes ir a León a comer guacamayas, dar un paseo en bici o comprar artículos de piel.
Tepoztlán, Morelos
Distancia desde CDMX, en coche: hora y media
Por qué tan mágico: Está superconcurrido pero no deja de ser delicioso, sobre todo por su clima cálido. Además de subir el Tepozteco, beber cerveza en la calle y comprar artesanías en la plaza, puedes hacer hiking en la mañana (de verdad, los amaneceres son espectaculares), darte un ritual de temazcal, un chapuzón en la alberca o una clase de yoga medio hippie. Un clásico entre los Pueblos Mágicos cerca de CDMX.
Tequisquiapan, Querétaro
Distancia desde CDMX, en coche: dos horas y media
Por qué tan mágico: Si estás cansado del clima frío de CDMX, escápate a Tequisquiapan, un pueblito para descansar nomás. Hay balnearios, aguas termales, plazuelas tranquilas y restaurancitos donde se come rico. Lo mejor de todo es que hay buenos vinos y buenos quesos (de las mejores producciones del estado), así que puedes armar tu propia fiesta en casa.
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Valle de Bravo, Estado de México
Distancia desde la CDMX, en coche: hora y media
Por qué tan mágico: Este lugar tuvo un boom en los 90 y muchas familias chilangas –afortunadas, obviamente– se hicieron de una cabaña en este pueblo. Tiene una laguna enorme donde te puedes dar un paseo en bote o velero, además hay esquí acuático. Su plaza y kiosco son imperdibles, en realidad todo el pueblo lo es; no deja de tener ese aire rústico mexicano que buscamos los chilangos al salir de nuestra amada ciudad. Si te late hacer caminata, no muy lejos hay maravillosos lugares naturales para visitar y muy buenas cabañas para romancear.
San Sebastián Bernal, Querétaro
Distancia desde CDMX, en coche: tres horas
Por qué tan mágico: Es encantador y pequeño (sobre todo en temporada baja porque no está abarrotado. Su principal atractivo es La Peña, que puedes subir escalando, a rapel o caminando mientras contemplas la vista desde las alturas. La comida es uno de sus principales atractivos: debes de probar las famosas gorditas martajadas (con masa gruesa y crujiente), las enchiladas serranas con cecina, los nopales santos y la típica barbacoa de borrego.
Tlayacapan, Morelos
Distancia desde CDMX, en coche: hora y media
Por qué tan mágico: Un pueblito colonial cuyos principales atractivos son: el ex Convento de San Juan Bautista, una belleza que fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, y los chinelos, personajes con máscaras que nacieron con la intención de ridiculizar a los conquistadores, que bailan y brincan en las calles y que se han convertido en una de las tradiciones morelenses más arraigadas. Las artesanías –de barro y cestería, principalmente– están en todas las tienditas del centro, para que te entretengas en el shopping antes de visitar la rarísima colección de momias que habita en el ex Convento.
Huasca de Ocampo, Hidalgo
Distancia desde CDMX, en coche: dos horas y media
Por qué tan mágico: ¡Duendes, gnomos y chaneques! Estas criaturas míticas son parte de la magia de este pueblito cuyo atractivo más conocido son los prismas basálticos –columnas de más de 40 metros de altura con seis o siete lados, resultado del magma caliente que se enfrío abruptamente hace millones de años–. Cuentan las leyendas que los gnomos cuidan los bosques que rodean a los prismas –parte de esta creencia llegó con los ingleses que migraron a esta zona del país para trabajar las minas–. Si quieres saber más de estas leyendas, visita el museo de los duendes. Puedes pasar un día en el parque, recorrer los prismas, andar a caballo, lanzarte de la tirolesa y comer antojitos hidalguenses. También puedes explorar las haciendas de Santa María y San Miguel Regla. Hay mucho que hacer en este, uno de los Pueblos Mágicos en CDMX más baras y accesibles.
El Oro, Estado de México
Distancia desde CDMX, en coche: dos horas
Por qué tan mágico: Es un antiguo pueblo minero, aunque su principal atractivo –el que lo convierte en uno de los Pueblos Mágicos cerca de la CDMX que valen la pena– es la presa Brockman, en medio del bosque de pinos y cedros. El escenario es espectacular –sobre todo con el inmenso espejo de agua– para acampar, hacer picnics, hiking, bici de montaña, pescar y otras actividades al aire libre. Te puedes hospedar en cabañitas o en bungalows.
Angangueo, Michoacán
Distancia desde CDMX, en coche: tres horas
Por qué tan mágico: Este es uno de los hermosos lugares de Michoacán a los que llegan las mariposas monarca. De hecho, el santuario que está en este pueblo fue declarado como Patrimonio de la Humanidad. Su principal atractivo quizá sean sus cielos pintados de amarillo, naranja y café, durante octubre-abril, pero también tiene escenarios naturales preciosos, como el ojo de agua donde viven ajolotes. Puedes acampar en el bosque bajo las estrellas en la sierra, hacer senderismo, birdwatching, lanzarte en la tirolesa o andar en bici y respirar un aire puro que no tenemos en CDMX.
Huamantla, Tlaxcala
Distancia desde CDMX, en coche: tres horas
Por qué tan mágico: El Parque Nacional La Malinche es uno de sus principales atractivos de este pueblo porque es perfecto para pasar un día de naturaleza, hacer senderismo o acampar, pero también están las haciendas pulqueras, la Parroquia de San Luis Obispo que es preciosa –el arco de la entrada es enorme y está hecho con semillas–, y las festividades que son únicas en el país. Está la Huamantlada (como la Feria de San Fermín, con toros de lidia en la calle)y “La noche que nadie duerme”, cuando las calles del pueblo se llenan de impresionantes tapetes coloridos hechos de aserrín (arte efímero digno de verse en vivo). No te olvides de probar el muégano huamantleco con helado de limón.