Escápate a conocer una prisión marítima y a beber buen café
Contágiate de la alegría de los jarochos, disfruta un buen café, asómbrate con una fortaleza de 500 años y saborea la gastronomía del puerto de Veracruz.
Por: Diana Féito
A nuestra amada ciudad y el bello puerto de Veracruz los separan sólo 5 horas. A ese rincón jarocho le llaman «La puerta de América», pues fue la entrada de Hernán Cortés al continente. Contágiate de la alegría de su gente, bebe una buena taza de café, descubre una fortaleza de casi 500 años de antigüedad y disfruta de su exquisita gastronomía. Escápate un fin de semana y redescubre México.
¿Qué hacer en el puerto de Veracruz y otras zonas del estado?
San Juan de Ulúa
¿Has escuchado sobre Chucho el Roto? Fue uno de los prisioneros más famosos de esta cárcel, que nació como fortaleza en 1519 por órdenes de Hernán Cortés, para proteger al puerto de Veracruz de los ataques de piratas de la época. Para visitarla, lo mejor es en compañía de un guía, quien se encarga de contar todas sus historias, especialmente la de “La Mulata de Córdoba”. Entrada: $48.
Acuario
Este recinto marino es el más grande del país y cuenta con 250 especies y más de 3,500 ejemplares en sus 7 millones de litros de agua. Tiburones, pingüinos y delfines son algunos de los animales que viven dentro del acuario y con los que puedes convivir a pocos metros de distancia. Precio: $130.
Malecón del puerto de Veracruz
Dar un recorrido por el malecón es más que obligatorio. Escuchar los sones jarochos y ver algún danzón forman parte de la caminata. Sentarse en alguna de sus bancas y observar el atardecer detrás de los barcos cargueros que reposan sobre el mar es una postal típica del puerto.
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Para comer y beber en el puerto de Veracruz
Café lechero
Dicen que no fuiste al puerto d Veracruz si no te tomaste un lechero. El café de La Parroquia es el conocido, pero el Gran Café del Portal es al que van los locales. Observa cómo cae una cascada de leche sobre el café provocando una deliciosa espuma, la cual puedes acompañar con una “bomba”: concha rellena de frijoles con queso o una canilla —un pan dulce— que tienes que sopear en la taza.
El Samborcito
Aquí encontrarás el desayuno regional: las gordas y las picaditas —pequeños sopecitos—. De las primeras, hay blancas, negras y dulces, pero las mágicas son las preparadas con bistec, longaniza, huevo o pollo. Las segundas pueden ser con salsa verde, roja, ranchera o chipotle y la del huevo es la ganadora absoluta. Y como dicta la receta original, las preparan en horno de leña.
Dos
Para tener una experiencia más gourmet, este es el lugar indicado. Su chef pasó cuatro años tras los fogones de Pujol en la Ciudad de México y elabora platos típicos con técnicas refinadas. Su menú se divide en dos: el degustación ($650), que resulta en un delicioso recorrido por la comida de Veracruz, y a la carta. En caso de optar por la segunda, no hay que perderse el taco de jaiba y el pescado enchilpayado.
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El plan B
Para los amantes del café, una visita a Coatepec es imperdible. Tardas hora y media en llegar desde el puerto de Veracruz y existen varios tours que puedes contratar. Uno de ellos es la Senda del Café, el cual te lleva a pizcar cerezas de café en una finca, a adentrarte a ese perfumado mundo a través de una cata y a conocer una hacienda cafetalera de cuatro siglos de antigüedad.
Hospedaje
Uno de los hoteles más populares es el Emporio. Acaba de ser renovado y ofrece vista a la marina y al emblemático fuerte de San Juan de Ulúa. En su página ofrecen muy buenos descuentos y la noche está en $2,000. Ya que si vas en plan más asequible, siempre puedes contar con Airbnb, que tiene departamentos con vista al mar por $1,024.