Un viaje a Valle de Bravo es un cliché que vale la pena vivir. Un paraíso relativamente cerca del Distrito Federal, pero que es capaz de extraernos de la rutina diaria que llevamos en nuestra ciudad.
En este lugar, tendrán un espectacular contacto con la naturaleza y el lado tradicional de este lugar en el Estado de México.
Así que a armar las maletas y a disfrutar de un viaje inesperado.
Cómo llegar
En auto: Tomen la carretera a Toluca. Al pasar por San Mateo Atenco, se debe tomar el libramiento del Bicentenario de la Independencia. Luego de dos casetas, tomar la desviación Zitácuaro-Valle de Bravo.
Dónde hospedarse
Las opciones son:
Los encinos, villas y suites, ubicado en Calle del apartado N° 44, Centro 51200, Valle de Bravo, Estado de México. Acá pueden reservar.
Mesón de Leyendas, ubicado en Bocanegra 405 esquina con Peñuelas. Acá pueden hacer una reservación.
Hotel El Arco, ubicado en Cerrada del Simulador S/N, El Arco, Valle de Bravo, México. Reserven aquí.
Viernes
Llegando y entrándole a La Peña del Príncipe, donde van a encontrar un paseo por las calles principales del poblado. Lo ideal es partir del Zócalo y tomar la calle Independencia. Verán desde lejos La Peña.
No le huyan al ascenso porque se ve difícil, porque en realidad no lo es. Lo que obtendrán será una vista maravillosa de Valle de Bravo, de la sierra y el lago.
Regresando al pueblo, podrán pasar por el malecón y el embarcadero municipal. Ahí les recomendamos disfrutar de una comida agradable en uno de los restaurantes que se encuentran a la orilla del lago. Si se animan, pueden alquilar lanchas para hacer un recorrido.
Por la tarde pueden ir a la Casa de Cultura y disfrutar de un recorrido que incluye música, pintura, exposiciones artísticas, clases de baile, lugares para degustar un rico café y comprar artesanías.
Sábado
El sábado será intenso con una visita a la Cascada Avándaro. En el parque y reserva ecológica de Salto Velo de Novia, podrán disfrutar del espectacular paisaje, una caminata familiar, un paseo a caballo y una comida tipo día de campo.
Seguirá el Templo de Santa María Ahuacatlán, en donde disfrutarán de la presencia de un gran Cristo Negro, una imagen muy venerada por los habitantes de Valle de Bravo, que incluso cuenta con su propia leyenda.
La imagen, según la leyenda, sobrevivió a las llamas que consumieron la iglesia que habita luego de un enfrentamiento entre los de La Peña y los oriundos de Ahuacatlán.
Para rematar el día vayan a la Parroquia de San Francisco de Asís, donde encontrarán una construcción de piedra, adobe, madera y teja.
Ésta data de 1880, y los lugareños cuentan que pudo tener una dimensión mayor, pero la Revolución mexicana lo impidió.
Cerrar la noche en el Jardín Central les hará sentirse en un pueblo tranquilo y con mucha cultura. No dejen de pasearse por ahí y disfrutar de la vendimia nocturna, que incluye por igual artesanías y antojitos para degustar.
Domingo
El domingo disfruten de un paseo por el Museo Arqueológico de Valle de Bravo. Ahí se encontrarán con diferentes piezas de las zonas arqueológicas que detallan la raíz cultural del territorio mexiquense.
Sus mayores atractivos son las grandes cabezas de piedra encontradas en la demarcación.
En la reserva de Monte Alto, se encontrarán con una maravillosa vista de la naturaleza que posee Valle. Lo principal será ubicar la torre del guardabosque. Prepárense cómodamente para la caminata.
No olviden pasar al Mercado de Artesanías, ubicado en Juárez y Peñuelas, para comprarse uno que otro souvenir del viaje, principalmente rico en alfarería y deshilados.