Si tu plan es una escapada rápida, barata y cerquita de la CDMX para aprovechar los días libres de la oficina, aquí en Chilango te contamos sobre la ciudad de León de los Aldama, en el municipio homónimo de Guanajuato.

León es una ciudad pequeña, pero eso la hace ideal para una visita rápida. A continuación, te mostramos lo imperdible de esta ciudad para que prevengas tu viaje y tu cartera.

Zona Piel: primera parada

Hay dos formas de llegar a León, Guanajuato: por avión o por autobús. Si llegas por avión, obvio harás menos horas de viaje pero es un costo mayor, además de que el aeropuerto queda justo a las orillas del la ciudad sobre Boulevard Aeropuerto y necesitarás un transporte extra, aunque la ventaja es que si planeas quedarte más días, estarás cerca de varios hoteles.

Sin embargo, si llegas por autobús, la terminal te deja justo en el centro de León. Es decir, que cuando salgas, basta con que cruces la calle para llegar a Boulevard Hilario Medina, donde se encuentra la primera parada imperdible: Zona Piel, una serie de plazas y locales donde venden ropa, calzado y accesorios de piel, material textil típico de Guanajuato y de México.

Aquí, te recomendamos que llegues desde tempranito, a eso de las 10:30 horas, porque no es solo una plaza comercial, sino varias en donde encontrarás botas vaqueras, botas con los diseños en tendencia, chamarras y gabardinas de piel, bolsos, carteras, sombreros y todo lo que te puedas imaginar, producido con algodón, cortes de piel vacuno y bovino de la región. Lo chido es que todas son marcas nacionales y empresas mexicanas.

Esta es una parada ideal para cambiar de clóset, consumir marcas mexicanas y encontrar tu estilo, pero eso sí, aquí mínimo te vas a tardar 3 horas porque la demanda es grande y los precios van de: bolsas desde $550, gabardinas desde $1,800, faldas de piel desde $1,500, etc. Estos precios los encontramos en la Plaza Manelly, una de las primeras y más grandes plazas que encuentras justo enfrente de la terminal de autobuses.

Templo Expiatorio

Claro que no todo son compras. En León, Guanajuato existe un templo cuya construcción duró casi 100 años: el Templo Expiatorio, considerado por muchos mexicanos como la “Notre-Dame mexicana” por su estilo de arquitectura neogótico en el que resaltan sus arcos cruzados, vitrales, rosetones con motivos bíblicos, ojivales (esas ventanas que terminan en punta en la fachada) y bóvedas de crucería (o sea, los techos del pasillo largo). La explanada del templo es amplia y cada miércoles en la noche hay música en vivo para bailar danzón.

El Templo Expiatorio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y es una creación del arquitecto Luis G. Olvera. La construcción del templo comenzó el 8 de julio de 1921 y concluyó el 20 de marzo de 2012. Relativamente es un templo nuevo y lo notas en sus pisos y el cuidado de los materiales de construcción. Cuando entras, te reciben los colores de los vitrales que con imágenes que narran momentos bíblicos como la anunciación, el nacimiento de Jesús, el Calvario, etc.

Si vienes de Zona Piel, el templo queda aproximadamente a 30 minutos caminando, por lo que no es necesario tomar taxi o camión; además, entre las calles abundan las heladerías y los puestos ambulantes de guacamayas, uno de los antojitos tradicionales de Guanajuato.

El Arco de León

A cinco minutos caminando del Templo Expiatorio, está el Arco Triunfal de la Calzada de los Héroes. Esta es una parada supercorta pero instagrameable, pues se trata de una pequeña calzada con bustos de los héroes nacionales en la historia de México que termina en un Arco del Triunfo similar al de París, Francia.

El arco está coronado por un león y es de una arquitectura neoclásica. Se dice que en el siglo XIX, era una puerta de bienvenida a todos aquellos que visitaban León; ahora se encuentra en el corazón de la ciudad y recuerda el triunfo de los héroes nacionales.

Esta parada es ideal para tomarte fotos y subirla a tus redes sociales. Lo chido es que justo a un lado del arco, sobre la calle Progreso, hay una casona que no puedes dejar de visitar por sus sabores e historia gastronómica.

La Casona

La última parada para un viaje exprés a León, Guanajuato, debe dejar un buen sabor de boca. Tal es el caso La Casona del Arco, un inmueble que era una casona en el centro de la ciudad y fue convertido en un restaurante cuya cocina se especializa en raíces mexicanas pero llevado a lo gourmet.

Por ejemplo, el pueblo indígena asentado en León, Guanajuato, es el otomí y sus mujeres cocineras tienen la tradición de las tortillas impresas. Es decir, las mujeres otomíes crean un sello tradicional aludiendo a la naturaleza o historia de la familia, y lo imprimen en las tortillas a través de una tintura que sale de la flor endémica de Torito. La pintura es rosada y las tortillas las sirven doradas como tostadas en una canastita de bienvenida.

Como dato curioso, el sello de las tortillas del restaurante es un regalo de la cocinera tradicional otomí Consuelo Velasco. Otro detalle de este restaurante es que todos sus platillos son decorados con la flor de Torito, además de contar con una presentación exquisita.

La Casona del Arco cuenta con un bar secreto que solo abre a partir de las 19:00 horas y se llama Emiienda 2, un lugar al que accedes por una puerta secreta y cada noche cambia su decoración, pues este espacio lo utilizan para eventos culturales como conciertos de jazz, obras de teatro, clubes de lectura, etc. Si quieres quedarte una noche en León y vivir la experiencia del speakeasy, consulta las redes sociales de Enmiienda 21 para enterarte de la cartelera y reservar tu lugar.

León, Guanajuato es pequeño pero acogedor. Puedes viajar por shopping o por conocer la arquitectura de sus templos, el punto es escaparte de la CDMX y capturar nuevas memorias de México.