Guía para comer y beber en Ensenada y Valle de Guadalupe

Ensenada es un restaurante. «Destino gastronómico» es muy común para definir esta ciudad tan bondadosa con sus recursos culinarios y enológicos. El Pacífico provee frutos de mar sin fin. Los ranchos producen carnes free range y quesos hechos a mano. Los árboles de olivo surten las mejores aceitunas y aceites del país. Las haciendas vitivinícolas llenan en loop eterno las copas de tinto, blanco y rosado. La geografía regala atardeceres espectaculares. El mar arrastra una brisa que refresca mejillas rosadas por los calores de la chela artesanal…Inserte un suspiro. Con tantas opciones, es difícil decidir dónde comer en Ensenada y Valle de Guadalupe.

Finca Altozano. Foto de T.Tseng en Flickr

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Dónde comer en Ensenada y Valle de Guadalupe

Primero hay que entrarle a los mariscos de carreta, con chelita(s) en mano. Con producto del mar tan fresco, los cocineros sólo deben crear buenas combinaciones y salsas, como la tostada de erizo, almeja pismo y aguacate de La Guerrerense (Av. Adolfo López Mateos 917, Centro). La creatividad sobra y la calidad sorprende, tanto en las calles como en los restaurantes de alta cocina como Manzanilla (Av. Teniente José Azueta 139, Centro), Laja (Km 83, Tecate) y Corazón de Tierra (Rancho San Marcos Toros Pintos S/N Km 88 +299, Toros Tintos Francisco Sarco), tres paradas súper obligadas. En Manzanilla todo lo que pidas tiene garantía de casi perfección; en Corazón lo mejor es que el menú del día es inesperado y absolutamente irrepetible; en Laja todo es rico sin mucha complicación y su carta de vinos es extraordinaria —prueba su selección de vinos desnudos o naturales, no hay garantía de que estén deliciosos pero sin duda son interesantes—.

Además de tostadear, hay que taquear los típicos de pescado en tempura. Uy, y que no se nos olvide la comida japo-chino-style que también abunda. En Mantou (Avenida Adolfo López Mateos 2030 Int 32A), hay buns estilo chino rellenos de ingredientes mexas.

Todos, en su particular forma, son restaurantes únicos. Animalón (Carretera Tecate-Ensenada km 83, Ejido Francisco Zarco) se distingue porque está construido bajo la sombra de un enorme árbol de más de 200 años de edad. La belleza del paisaje alrededor es indescriptible, igual que en Finca Altozano (Carretera Tecate – Ensenada Km 83), donde además de comer tan bien como se come en los restaurantes de Javier Plascencia, beberás como pocas veces en tu vida. Las opciones de vino y la chela —local o de San Diego, ciudad cervecera— son tantas que abruman. Tip: antes de ir, llama y reserva, sus días de servicio son limitados por ahora. 

Más mágico —si es posible— es Deckman’s en El Mogor (Carretera Ensenada-Tecate Km. 85.5, San Antonio de Las Minas, Valle de Guadalupe). Una auténtica experiencia farm-to-table sucede en este antiguo rancho rodeado de viñedos, jardines y luces colgantes que enmarcan una mesa de madera con percebes, vino y codornices asadas. Momento precioso para conservar en Instagram justo antes de decir: «ya puedo morir feliz».

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Dónde comer en Ensenada y Valle de Guadalupe, consideraciones

Muchos de los food trucks, haciendas y restaurantes están entre carreteras o en medio de viñedos. Checa las direcciones con anticipación y prepara el GPS.

Dónde comer en Ensenada y Valle de Guadalupe, tips

Conviene contratar un tour de comida que te lleve a pop-ups culinarios ocurriendo. Y siempre hay alguno ocurriendo. 

Deckman’s en el Mogor. Foto de T.Tseng en Flickr

Dónde dormir en Ensenada y Valle de Guadalupe

Plan barato

Casa de Claudia: habitación doble dentro de una casa en el Centro de Ensenada: $611 por noche.

Plan caro

Adobe Guadalupe: habitaciones dentro de la casa vinícola. Habitación doble: $5,080 (aprox.) por noche, incluye desayuno, tour a la cava y degustación de vinos.

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