Todos estamos vueltos locos con Stranger Things, la serie de Netflix que está llena de referencias de los 80.
¿Todavía no la has visto? ¡No es posible! Esa mezcla entre ET, los Goonies, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, Alien y mil cosas más que hacen que más de un chavorruco suelte la lagrimita pensando: “Yo tenía ese teléfono de disco en la sala de mi casa” o “extraño mi carpeta Trapper Keeper”.
Sin embargo los 80 se vivieron de manera muy diferente en México. Mientras que en Estados Unidos todo era novedoso, aquí la televisión se encargó de hacer refritos sobre refritos de todas las series que pasaban allá —¿alguien pensó en René Casados?—.
Algunos de estos programas los extrañamos y otros… es mejor que los dejen morir en paz. Hicimos una lista de esas referencias a los 80 que tendrían que estar —o no— en una serie revival. Agarren una paleloca o unos piedrulces y disfruten:
Sí rifaba: El Maleficio
En 1983 salió una telenovela protagonizada por Ernesto Alonso: su personaje se llamaba “Enrique del Martino” —¡hasta el nombre daba miedo!— y todo estaba lleno de brujería y magia negra. En la historia se convirtió en el padrastro de Juanito (Armando Araiza) que salió más bueno que el pan y además, con poderes paranormales. Zaz: esta sí era nuestra Stranger Things.
No rifaba: Cachún Cachún Ra Ra
En Estados Unidos se hicieron mil series y películas ambientadas en los High Schools, en donde las hermosas porristas se enamoraban de los patanes que jugaban futbol americano: tratamos de acordarnos de algo similar, pero dudamos que alguien haya ido a grabar a la Prepa 6 (¡ja ja!). Para compensarlo, teníamos Cachún Cachún Ra Ra!: nuestra porrista era Alma Delfina, la Baby, y el rebelde de la clase era el Jagger ¡madre mía!.
Sí rifaba: Diana Salazar
Una mujer quemada en 1627, acusada de bruja, reencarna en una mujer de 1988. Esa mujer es Diana Salazar, protagonizada por Lucía Méndez y que podría ser nuestra “Eleven” de Stranger Things: llena de recuerdos que no puede comprender, tenía el poder de la telequinesis ¡y se escabechó a más de uno con ellos!. El dato curioso es que mucha gente se obsesionó con esta telenovela y todos esperaban el desenlace que resultó ridículo: todo fue un sueño ¿quéeeee?
No rifaba: La Hora Marcada
Ya con el género de terror en decadencia, hubo un programa que trataba de imitar un poco a la Dimensión Desconocida, pero a la mexicana. Muy al estilo de “Cuentos desde la Cripta” una misteriosa mujer de negro iba dando el paso a cada capítulo que trataban de caníbales, fantasmas, vampiros, hombres lobo, clones o hasta videojuegos poseídos. Dato de trivia: aunque los guiones eran muy malos en ella trabajaron Del Toro, Inárritu, Cuarón y el Chivo Lubezki ¡órale!
Sí rifaba: Catalina Creel
Catalina Creel fue la villana de Cuna de Lobos, drama ochentero de intrigas. Pero, como suele ocurrir, los personajes ya estaban entrados en años Más mala que la carne de puerco, parche en el ojo como pirata barbanegra, saboteaba autos, tramaba como político. Si necesitan una villana despiadada para una serie, ella fue la mejor siempre.
No rifaba: Quinceañera
Okey okey, vamos con calma: Quinceañera era la telenovela de adolescentes, así que podría funcionar como referencia. Si necesitan copiar un look ochentero ahí está Thalía o Adela Noriega —pregunten a cualquier chavorruco y comenzará a babear—. Pero, como suele ocurrir, resultaba medio ridículo ver al villano Sebastián Ligarde actuar de teenager cuando ya pasaba los treinta años y con el cliché de pandillero con estoperoles. Aunque el columpio con flores de los créditos iniciales resultó tan buena idea, que todavía las quinceañeras mexicanas lo usan.
No sabemos si rifaba: La Telaraña
El director de esta serie era Carlos Enrque Taboada que entre su currículum de terror está Hasta el viento tiene miedo o Más negro que la noche. A finales de los 80 se le ocurrió una serie, aprovechando locaciones de la Condesa: con sus debidas proporciones era como ver capítulos de Alfred Hitchcock: a veces terminaban bien y otras era pura tragedia. Muchos la recuerdan con nostalgia, pero ahora que la revisamos de nuevo era aburridísima ¿qué dicen?
Al hacer nuestro recuento nos dimos cuenta que hay pocos programas o películas que podrían aprovecharse para hacer un Stranger Things a la mexicana: ni modo de poner a los hijos de César Costa en Papá soltero como protagonistas, o a Verónica Castro en Rosa Salvaje ¿tienes alguna referencia que quieras agregar? ¡cuéntanos!