Siendo sinceros, hacer una cata de cualquier bebida no es tan complicado si sabes los pasos básicos y practicas mucho (además, es un excelente pretexto para tomar, así aplicas la de “no me estoy emborrachando: estoy aprendiendo a catar”).
Ok, ya en serio, primero que nada, ¿qué es una cata? De acuerdo a información de H+K Strategies, esta experiencia se caracteriza por degustar una cantidad indistinta de alimentos o bebidas, en la que reconocer su apariencia, aroma, y sabor es el principal objetivo.
Enfoca tu atención en la cerveza. De acuerdo al Libro de la Cerveza Mexicana, éstos son los pasos que debes seguir para catar una cerveza:
Antes:
– Investiga el origen de la cerveza, además de los procesos de elaboración.
– Asegúrate de que los vasos estén limpios y selecciona el que mejor le vaya a las cervezas que degustarás. Por ejemplo, si la cerveza es estilo Pilsner, el vaso que mejor le va es uno de forma cónica; los tarros van con la cerveza Ámbar, Brown Ale y Lager; mientras que para las Stout, los de cristal delgado son los ideales pues permiten ver mejor la densidad de la cerveza.
– Elige un lugar libre de aromas y bien iluminado. Evita los distractores.
Durante:
La idea es que al momento de la prueba identifiques los componentes de la cerveza, los analices y describas. Aprende a disfrutar cada sorbo. Afina tus sentidos:
– Vista. Sirve la cerveza, cuidando que la espuma quede a dos dedos del tope del vaso, o menos. Observa sus colores, las burbujas -que es la carbonatación- y la claridad. Es probable que identifiques matices dorados, ámbar, ocres o hasta negros; en la espuma seguro encuentras tonos blancos o más amarillentos.
– Olfato. Este sentido lo puedes emplear para identificar el conjunto de aromas de la cerveza. La fragancia que le da el toque distinto a las otras. Para potenciar este paso, introduce tu nariz en el vaso cuando la cerveza esté recién servida. Inhala para identificar los olores. En este paso podrás apreciar las famosas “notas” como el caramelo, frutas secas, café, chocolate, flores o miel. Estos se definen según la fermentación; por su parte el lúpulo puede otorgar aromas frutales, cítricos y especiados. Si pones atención, no es difícil apreciar todo.
– Gusto. Toma un gran trago y déjalo en tu boca unos segundos para que se impregne en las paredes bucales. Siente la densidad, textura y hasta el gas carbónico. Luego, trata de encontrar el balance entre el alcohol, dulzor de la malta, amargor o acidez. El tipo de tostado y su intensidad provocan su persistencia en la boca.
Se recomienda comenzar con las cervezas ligeras y culminar con las de mayor grado de alcohol, tostadas o más intensas.
Ya que aprendas a catar por ti mismo, podrás armar una sesión con tus amigos, ¿a poco no se te antoja?