Por: Miranda Bringas
Los cocteles frutales decorados con flores ¿son para chicas? No lo creemos, pero prejuicios aparte, nos platican que Catalina definió su menú de tragos pensando en los paladares femeninos.
Parte de la propuesta gala, aquí abundan las opciones frutales, frescas y coloridas. Usan mucho el Chambord –un licor francés de frambuesas negras y rojas, vainilla y coñac– con el que preparan el Chambord Tonic, con pepino, albahaca y zarzamora, delicioso. Otro de los sobresalientes en el menú es el Baiesins, que lleva pasas, un gajo de naranja, arándano y ron Havana.
Las bartenders de Catalina tienen muy claro el cuidado que un buen coctel requiere; sus creaciones son muy equilibradas, pues tienen un punto de dulzor y frescura muy disfrutables. La fruta que usan para su preparación se remplaza de acuerdo con la temporada. Si andas con ánimo espumoso, Le Chic es una estupenda opción, preparado con vino espumoso, frutos rojos y Chambord. Otro de nuestros favoritos es La Fée, elaborado con Beefeater, Chambord, mango y yogur… como un postre superfresco.
Al ser un restaurante de comida rústica francesa, Catalina es muy conveniente para empezar la noche. Sus entradas para compartir son maravillosas, en especial, la morcilla asada con cebolla, servida con jitomate y huevos de codorniz, o su pulpo salteado con mantequilla. La decoración del lugar tiene un estilo contemporáneo, muy adecuado para el que está por convertirse en uno de los corredores gastronómicos más efervescentes de la Roma.