Tres Gallos: la chelería (artesanal) donde se come y bebe delicioso

Cuando alguien dice: “cerveza artesanal”, todos pensamos en Minerva, Colima y Loba, ¿apoco no? Quizá porque son tres de las mejores, más sonadas y más premiadas casas de chela artesanal mexicana. Las tres son del México Occidental, cerquita del Pacífico donde la sed solo se cura con lagers frías. Las tres rondan la década de trayectoria y han sido clave en el crecimiento de la industria cervecera artesanal en México. Son, digamos, los tres gallos cheleros y ahora están juntos en la nueva cervecería Tres Gallos, que llegó con comida deliciosa a la Roma. Seguro ya se te antojó una Colimita, no te hagas.

Los tres gallos son cinco

Tres gallos empezó en Guadalajara, la ciudad de Minerva y Loba. Abrió como el tap room de las tres casas y ofrece todas sus chelas –de línea y temporada–. Nada mal, pero la versión chilanga llegó mejorada, pues además se unieron la cervecería Cielito Lindo –también de Guadalajara– y Cebada Malteada –una importadora y distribuidora de cerveza artesanal nacional e internacional–. Esto se traduce en más y mejor variedad chelera para nuestro placer.

En la cervecería Tres Gallos siempre hay una cerveza de barril de cada casa y alguna de las de Cebada Malteada –su portafolio incluye Insurgente, Rámuri, Wendlandt, Paracaidista, Principia, Mikkeller, Thornbridge, Ballast Point, etc.–; así que siempre hay una para cada gusto, desde una clásica Pale Ale superbebible –como la Páramo (de Colima)–, hasta una stout compleja –como la Navideña (de Minerva): doble stout con chocolate mexicano– y las funky –como la Loba Paraíso, una gose tropicalona, con guayaba, ácida y muy aromática que, por cierto, tiene una medalla de oro–.

Además de la chela artesanal hay coctelitos clásicos (gin tonic, margarita, paloma) y algunos de temporada; aunque lo mejor es acomodarse en una de las mesitas de afuera, al lado del mural que decora la entrada –hecho por Juan Barragán–, y pedir algo para picar mientras la cervecita corre a lo largo de la noche.

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Qué está rico en la cervecería Tres Gallos

La comida tiene ondita botanera, cómoda y superantojable. Casi podríamos garantizar que lo que pidas estará rico, pero algunos platos sobresalen: el chicharrón –crujiente y delicioso– de pulpo con salsa Tres Gallos (tantito picosita, $130); los shishito peppers que se dippean sabroso en una salsa de queso ($120), el pollito frito coreano 🤤(especiadillo, $160), la hamburguesa Tres Gallos (glaseada, jugosa y grasosita con papas fritas perfectas, $165) y los elotitos con mantequilla de miso ($90). De postre échate el sándwich de helado o los centros de dona salseados en caramelo y chocolate ($70).

Ponte cómodo, la música está movidita (seguro te sabes varias de las canciones que escucharás) y los barriles de chela están llenos. Va para largo.