Y así como a los cárteles de la droga les pesa cuando dan de baja a su cabecillas, el director ejecutivo de Apple, además de su mente operativa y creativa, Steve Jobs, anunció su baja temporal de la empresa informática por motivos de salud.
A través de un comunicado, informó a sus trabajadores que, aunque seguiría tomando las decisiones estratégicas de la compañía, el consejo de administración le había "concedido un permiso médico para poder centrarme en mi salud" (en palabras de Jobs).
No es la primera vez que la salud del genio detrás de la Manzana sufre de problemas. En el 2004 luchó contra un cáncer de páncreas, para 4 años después recibir un transplante de hígado por razones aún no esclarecidas, aunque se manejó la versión de que padecía de un desajuste hormonal generalizado.
Aunque la compañía ha tratado de mantener los pormenores de la decisión en un absoluto secreto, los efectos han sido inmediatos: las acciones de Apple han bajado 6% de su valor y los accionistas se sienten desconfiados tras una eventual salida del que ha sido el líder indiscutible de la empresa.