Amigos y rivales. A pesar de que Samsung y Apple son archirrivales en ventas de smartphones y de dispositivos móviles, la empresa creadora del Galaxy S8 es una de las más interesadas en que el iPhone X, el nuevo modelo de la compañía fundada por Steve Jobs, sea un éxito en el mercado.
El interés de Samsung es de muchos pesos, ya que la empresa surcoreana obtendrá una ganancia de 110 dólares por cada iPhone X que se venda, revela un análisis de Counterpoint Technology Market Research, publicado en el diario The Wall Street Journal.
De acuerdo con el análisis, las ganancias de Samsung se generarán a partir de las piezas que suministra a Apple, como chips de memoria y las pantallas OLED que fueron elegidas para el iPhone X, el nuevo buque insignia de Apple en todo el mundo.
La firma de investigación Counterpoint Technology Market Research estima que Apple venderá 130 millones de iPhone X a partir de su lanzamiento, el 3 de noviembre próximo, y durante los siguientes 20 meses, periodo en el que se registran la mayoría de las ventas de un nuevo dispositivo.
El mismo análisis estima que Samsung venderá 50 millones de ejemplares de su Galaxy S8, con lo que obtendría 202 dólares por cada aparato vendido, por lo que, al final de cuentas, la empresa surcoreana obtendría mayores ganancias por las piezas que fabrica para Apple que por las ventas de su propio smartphone.
La paradoja en esta relación de amor-odio entre Samsung y Apple se debe a que la surcoreana es el único fabricante capaz de proveer ese tipo de pantallas y uno de los pocos que tiene la capacidad de cubrir la demanda que requiere Apple.
De acuerdo con The Wall Street Journal, ejecutivos de Samsung han reconocido que Apple es su mejor cliente, a quien conocen como «LO», siglas de «Lovely Opponent».
Si en lugar de comprar un iPhone X, buscas ideas de en qué puedes invertir esa lana, te invitamos a dar el rol por aquí.