Una de las sensaciones menos agradables es ese pequeño infarto que te da cuando al buscar tu celular no lo encuentras… y te das cuenta que cambió de dueño. De ahí se desata todo un viacrucis en el intento por encontrarlo o dar, vía GPS, con el amante de lo ajeno que lo tomó.
Este lado de la historia es muy conocido; sin embargo, alguna vez se han preguntado ¿qué hace el caquito que tomó ese celular con la información?
Un estudio realizado por la firma de ciberseguridad Symantec se dio a la tarea de rastrear qué hacen las personas que encuentran un teléfono ajeno y los resultados no fueron alentadores.
Bastó menos de media hora para que los treinta smartphones que se dejaron “olvidados” inocentemente en distintos sitios del DF, Guadalajara y Monterrey atrajeran a los amantes de lo ajeno; y sólo minutos, para que despertara en ellos la morbosidad, por explorar todos los archivos y apps, en el teléfono en cuestión, que parecieran privados.
“Dejamos estos teléfonos, con apps, contactos y archivos, como anzuelo para saber qué hacen con la información del teléfono, las personas que encuentran un celular no tardaron en tratar de ingresar a todos las aplicaciones; lo que más registró intentos fueron las fotos ”, dijo el gerente de ingeniería de Symantec, Mario Reyes.
Según este estudio, realizado en enero, 97% de las personas que tomaron estos celulares trató de meterse a las aplicaciones o archivos, 80% a las fotos y redes sociales, 47% al correo personal y seis de cada 10 trataron de ingresar a archivos marcados como privados o contraseñas. (Curiosillos…)
Sin embargo, Reyes explica que a pesar de que estos teléfonos contenían de manera explícita un teléfono o forma de contactar al dueño, sólo cinco de los 30 casos intentó devolverlo y por cierto, ninguno fue chilango. (Buuuuuu….rns).
“De los 30 celulares, sólo cinco trataron de regresarlo, no lo regresó finalmente porque ya no le dimos seguimiento, pero no fue ninguno de los teléfonos encontrados en el DF”, aclaró el experto.
Los expertos de Symantec dijeron que no se sabe a qué se debe que los chilangos, o los mexicanos en general, no tengan intención de devolver algo que no es suyo, pero al comparar los resultados de este mismo estudio en otros países, se ve que en Brasil, 23% de las personas que tomaron estos celulares intentaron devolverlos y en Estados Unidos, 50% también lo intentó. Brota un poco el cobre, ¿no?
¿Qué hacer?
Así que entre que si te toca un raterillo de fácil arrepentimiento o uno que no se inmute, te damos algunas recomendaciones para que puedas proteger la información de tu teléfono si acaso cambia de manos.
1.Ponle contraseña a la pantalla: éste es el primer punto de acceso con el que puedes mantener los ojos extraños lejos de tu información, trata que la contraseña sea de más de 4 cifras.
2. No guardes información confidencial: Si sueles olvidar tus passwords o claves, guarda un papelito con ellas, pero evita que sea en un archivo dentro del mismo teléfono llamado “contraseñas”, solo incitarás la curiosidad de los lacrillas.
3. Respalda tu información: En caso de que te roben tu celular y tengas que borrar la información remotamente o bloquearlo, procura hacer un respaldo digital o en papel de tu información.
4. Ten a la mano tu IMEI: Antes de que te lo roben, ten este número a la mano. Si pulsas *#06# (sin poner send) en tu teléfono aparecerá el IMEI en pantalla; con este número de 15 cifras, puedes hablar a la operadora telefónica y bloquear el teléfono para que ya no les sirva a los raterillos.
5. Activa un geolocalizador: Ya sea que paguen por una aplicación de antivirus que te permite saber en dónde está tu teléfono en todo momento o bien con alguna de las apps gratis del mercado, éstas te sirven como guía para encontrar tu equipo, si te lo vuelan.