Aunque el messenger de AOL, el ICQ, los teléfonos de disco o las impresoras de matriz de punto hayan salido de nuestras vidas y hoy Space Invaders más bien nos haga pensar en el artista urbano francés que usa mosaiquitos para sus piezas, es indiscutible que si alguien escucha los ruidos característicos de aquellos momentos de la tecnología hoy en desuso va a embarcarse en un viaje al pasado. Se trata de sonidos en peligro de extinción que hoy tienen un lugar en un museo virtual.
El Museo de Sonidos en Peligro de Extinción al que se puede acceder tecleando savethesounds.info en nuestros navegadores fue, supuestamente, lanzado en enero de 2012 por Brendan Chilcutt, un nerd que buscaba preservar sonidos que se hicieran célebres por algunos de sus aparatos electrónicos y tecnologías favoritos.
“Imaginen un mundo en el que no volvamos a escuchar jamás el inicio sinfónico de una máquina Windows 95. Imaginen a generaciones de niños a quienes les resulte desconocida la charla de ángeles alojada en los recesos de un tubo de rayos catódicos de un viejo televisor.
“Y cuando el mundo entero haya adoptado dispositivos con interfaces silenciosas, ¿a dónde iremos a escuchar el sonido de los dedos golpeando sobre teclados? Díganmelo. Y díganme: ¿quién jugará con mi GameBoy cuando me haya ido?”
Tanto si logró conmoverte su postura como si te fue totalmente indiferente, es un hecho que los sonidos que hoy alberga su museo virtual te detonará un viaje imaginario rumbo a tus hobbies tempranos y a esos momentos en que comenzaba nuestra caída en espiral, de la mano de la mensajería instantánea, rumbo a la hiperconexión que hoy ha detonado muchos de nuestros recientísimos pesares.
Y aunque resulta divertido imaginar detrás de la iniciativa a ese chico antisocial que presumía de tener ocho jerbos –o ratas del desierto– como mascotas, resulta que se trata más bien de la creación de tres estudiantes de publicidad –Marybeth Ledesma, Phil Hadad y Greg Elwood– que se conocieron mientras estudiaban en la universidad Brandcenter, de Virginia.
Para superar la frustración de que no se trate de una iniciativa “seria” que pueda extenderse y crecer con el tiempo, nada mejor que dar play a alguno de los sonidos que sí alcanzaron a almacenarse en ese museo en línea y dejarnos llevar por la nostalgia.
AOL Instant Messenger
ICQ
Space Invaders
Caja registradora
Pac-man
Estática del televisor
Conexión a internet por línea telefónica
Ringtone de Nokia
Tamagotchi