Un videojugador de 32 años murió en Taiwán luego de jugar por tres días seguidos, informaron autoridades de aquel país.
El cadáver fue encontrado en un cibercafé con la cabeza sobre la mesa, tres días después de que el hombre entrara al local. Médicos informaron que Hsieh, como le llamaron al jugador, sufrió un arresto cardiaco provocado por cansancio y las bajas temperaturas del local; sin embargo, luego de morir permaneció por un tiempo indeterminado ahí, sin que nadie lo moviera ni tratara de ayudarlo (a pesar de que el local siguió operando normalmente), por lo que comenzó a presentar el rigor mortis. Esto alertó a los empleados del café, quienes llamaron a una ambulancia, pero ya era demasiado tarde.
El hombre llevaba un tiempo sin trabajo y desaparecía de su casa por varios días sin que su familia supiera de él.
Medios locales informaron que Hsieh era cliente habitual del café y que solía descansar poniendo su cabeza sobre la mesa, pero luego se despertaba y retomaba el juego. Es por eso que en un principio nadie lo ayudó cuando tuvo el arresto cardíaco.
El 1 de enero pasado otro hombre murió en Taipei, capital de Taiwán, tras jugar videojuegos por 5 días seguidos en un cibercafé. En el mismo país pero en 2012, hubo otra muerte en las mismas circunstancias pero pasaron más de 10 horas antes de que otros jugadores o los empleados del local se dieran cuenta de que había un cadáver ahí.
Científicos han reiterado que el uso de videojuegos en periodos adecuados no sólo no es dañino sino que puede ser benéfico para el usuario. Este tipo de muertes no son provocadas por los videojuegos en sí mismos sino por la falta de descanso o alimento y las condiciones externas y extremas al que el individuo se somete. Es decir, cuando dejan de atender sus necesidades fisiológicas por hacer la actividad, y esto puede ser provocado por todo tipo de tareas como trabajar o hacer deporte en exceso, por ejemplo.
