Llegas de la escuela o al trabajo y, como siempre, antes que cualquier otra cosa, lo primero que haces es revisar tu Facebook. Entonces te das cuenta de que tienes una nueva solicitud de amistad. Seguramente es tu compañerita a la que le hiciste la tarea de matemáticas, o el amigo de tu amigo que quedó en que te agregaría a Facebook.
Pero no… descubres que quien te pide que lo agregues “como amigo” es tu mamá… o tu papá, que de tanto escuchar sobre la mentada red social decidieron crear su cuenta, con foto y todo (obvio de 10 o 15 años antes para verse más jovenes). ¿Qué haces?
Muchos seguramente responderán que los aceptarían inmediatamente, como nos dijeron en el sondeo que hicimos en Facebook. Otros dijeron que lo pensarían dos veces. Y, los más sabios, nos confesaron que los agregarían como amigos, ¿cuál es el problema si existen los “benditos” filtros de privacidad?
Para muchos, tener a sus padres en la red social sería como salir con ellos de antro. Aunque haya mucha confianza y sepan que te echas tus tragos y andas de ligador o ligadora, no es lo mismo que sólo estén enterados a que estén observándote mientras lo haces.
¿Recuerdas aquella vez que mezclaste tequila con ron, whisky, cerveza y hasta vino? Pues esa foto donde apareces sin camisa, pintado de la cara y acostado en suelo podría aparecer en el muro de tus padres.
Ok, dirás que tú no eres parrandero, ni te gusta el trago, ni la fiesta, que no tienes nada que esconder, que eres de esas aves que cruzan el pantano y no se manchan, es más, que estás a un paso de convertirte en el más santo de tu escuela o trabajo. Felicidades. Pero otros sí tienen cola que les pisen y prefieren mantener a sus padres al margen de sus redes sociales.
Incluso hay quienes, por el mero hecho de escribir con mala ortografía o con esas nuevas abreviaturas propias del FB, se han llevado más de un regaño por parte de sus progenitores, miembros eméritos de la Real Academia de la Lengua Española.
Pero, esperen, antes de oprimir el botoncito que confirma la amistad de sus padres sepan lo que arrojó un estudio realizado en Estados Unidos por OnLineEducation: uno de cada dos padres que tienen cuenta de Facebook dijo que se registró en la red social para vigilar los movimientos de sus hijos. ¿Y la confianza, apá?
– 43% de los padres entra a FB todos los días para vigilar el perfil de sus hijos.
– 41% de los padres están atentos a lo que hacen los amigos de sus hijos en las redes.
– 39% está atento a lo que otras personas escriben en sus muros.
– 29% ve las fotos en las que etiquetan a sus hijos, por lo que están al tanto de las fiestas, reuniones y/o borracheras.
Y el dato más interesante: 30% de los jóvenes que tiene a sus padres como “amigos” confiesa que quisieran “eliminarlos” si pudieran.
¿Y ustedes, ya agregaron a sus padres como amigos sin restricciones?
