En el mundo de los RPGs, Final Fantasy VII es el equivalente a Prada en
la moda. Nunca antes un jugador había experimentado una experiencia en
donde la tecnología, la jugabilidad y la narrativa se mezclaban como
mantequilla de cacahuate y nutella. Aquí, el jugador acompaña a Cloud y
a varios personajes entrañables a través de distintos mundos. Durante
su aventura iban enfrentándose a los más distintos tipo de enemigos y
utilizando magias que gráficamente desafiaban todo lo existente en la
época. Quizá el atractivo principal del juego es Sephiroth, uno de los
antagonistas más memorables en la historia de los videojuegos. Y si
tienes dudas, sólo tienes que presenciar cuando asesina a Aeris (Tu
compañera), muchos gameras se despiertan en pánico cuando reviven ese
momento. Final Fantasy VII, además de ser el título que vendió el
Playstation 1, colocó a su creador Hironobu Sakaguchi como el
Shakespeare de los JRPGS.