Desde la hoy mítica Magnavox Odyssey, niños, jóvenes y adultos han sucumbido ante el encanto de los juegos de video. Seguramente desde entonces hay padres preocupados por el tiempo perdido, como fieles discípulos de Marcel Proust. Pues bien, madres y padres del mundo, lo cierto es que se puede vivir de videojugar, sin necesidad de dejar la Ciudad de México.
Las alternativas son diversas, desde la participación en torneos –con premios en metálico– hasta “servicios” para jugadores. Platicamos con algunos chilangos metidos en el universo de League of Legends, un juego en línea y en tiempo real, en el que dos equipos luchan entre sí. Pero no creas que solamente se trata de 5 millones de jugadores simultáneos o hasta 27 millones diarios –de los 70 millones registrados–, también organizan torneos internacionales con jugadores mostrando en vivo sus habilidades con los dedos cual estrellas del rock.
La final de la copa latinoamericana, por ejemplo, se realizará en el Teatro Metropólitan a principios de agosto. Ni te apuntes, los boletos –a razón de 185 pesos cada uno– volaron en 30 minutos.
Estos torneos son en grande. La final del año pasado reunió a 40 mil aficionados en Seúl y el equipo ganador recibió la friolera de un millón de dólares… más patrocinios.
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Uno de los equipos mexicanos más reconocidos en este ambiente es Team Quetzal y Juan Pablo “Electroflow” García es su líder.
Electroflow comenzó a jugar en línea en 2007. Luego descubrió un torneo mundial e inscribió uno de los dos equipos latinoamericanos que participaron ese año. Al final su equipo logró un contrato por 2 mil 500 dólares mensuales.
“La final fue en Los Ángeles, estuvimos mes y medio allá. Rentaron departamentos y ahí nos quedamos todos los equipos. La final fue transmitida en vivo en Estados Unidos y Europa”, recuerda Electroflow sobre esa experiencia que lo convirtió de jugador casual a profesional, pues desde entonces vive de los juegos de video.
Además de los premios –o contratos– que pueden recibir en los torneos, los equipos son susceptibles al patrocinio.
“La idea es apoyar a los jugadores y demostrarle a marcas que hay talento y que pueden ser figuras. Ya tenemos tres años con patrocinios de marcas como Kingston, Gigabyte y Cooler Master. No tenemos sueldo como tal, pero los productos y apoyo de las marcas se reparte. De los torneos que se ganan, hay un porcentaje para el equipo, pero lo manejamos para las necesidades de los mismos jugadores”, explica.
Y si bien esta industria en México aún está en pañales –en comparación con otras regiones del mundo– hoy un jugador profesional de League of Legends puede ganar hasta alrededor de 10 mil pesos al mes. Claro, alcanzar tal nivel demanda unas 10 mil horas de experiencia, algo así como 416 días consecutivos sin descanso. Lo general son de 3 mil a 4 mil pesos mensuales.
“Para entrarle necesitas estar consciente de en qué te vas a meter, compromiso, pasión, dedicación y buscar tu sueño. Tener en mente que nada es fácil y puedes encontrar un millón de baches en tu recorrido, te has a caer y te van a pisar, pero tienes que levantarte y seguir. Sí puedes vivir de esto y muy poca gente puede decir que hace lo que le gusta”.
¿Te lo paso, chavo?
No sabemos si existen desde la aparición de la Arcade de Atari, pero si te gustan las maquinitas de la tienda seguro conoces a esos expertos que ofrecen sus servicios al ritmo de “¿Te lo paso, chavo?”.
Si antes lo hacían paga jugar sin pagar, esta ciudad vio nacer una iniciativa que subió de nivel. Elo Bosses comenzó hace un año, primero como jugadores a sueldo y ahora también con cursos.
“La idea surge a partir de una necesidad, todos quieren tener un nivel alto, competitivo, pero muchos no tienen el tiempo o la habilidad suficiente. Vimos que la gente quería que otra persona subiera el nivel de tu cuenta”, dice Black, uno de los fundadores de Elo Bosses.
Al principio eran Black y Mr. Worlwide, pero poco a poco la demanda los rebasó. Hoy tienen trabajadores que ganan entre mil 500 y 12 mil pesos mensuales, repartidos en México, Perú, Argentina, Holanda y Estados Unidos.
“Lo vi como negocio cuando empecé a ganar exponencialmente más dinero. Al principio fue muy duro, pero cuando gané más de 7 mil pesos a la semana me di cuenta que esto era mi vocación y un negocio. Decían que nadie me iba a pagar por jugar videojuegos, que eso solamente los coreanos, pero no, demostramos que es un buen negocio y oportunidad. Si amas lo que haces y le das el enfoque apropiado lo puedes llevar más lejos. Me sostengo con mi trabajo y tengo una buena vida. Estoy viviendo mi sueño. Únicamente se necesita un plan de ventas y trabajar duro”.
Elo Bosses cobra entre 5 y 250 dólares por subir cada nivel y entrena a jugadores con cursos que cuestan 800 pesos.
Continue?
Otra forma de ganar dinero con los juegos de video es hablar de ellos. Reuben Master es un youtuber, es decir, una persona que genera contenido para esa plataforma de videos y, gracias a su gran cantidad de seguidores y reproducciones, Google le paga parte de las ganancias que recibe por publicidad.
El canal de Reuben Master ofrece guías, consejos, noticias e información de League of Legends a sus más de 145 mil suscriptores o a todo cibernauta que se encuentre con alguno de sus videos.
“Hace como cuatro años un amigo me recomendó el juego y al principio no me gusto mucho, pero después le di una segunda oportunidad y me gusto mucho más”, dice.
El canal en YouTube llegó un año más tarde.
“Al inicio lo abrí por que tenía mucho tiempo libre y quería probar cosas que aprendía de edición de video. League of Legends era el que más jugaba, entonces fue fácil encontrar un tema”.
A cambio, recibe ingresos de Google por publicidad y aunque no puede revelar cifras, afirma que le “alcanza para los tacos”. “Lo hago mas por gusto personal. Para entrarle necesitas tener una PC y un poco de tiempo libre”, explica Reuben Master.
Otra opción es Twitch que, en términos prácticos, es como YouTube pero mejor. O la versión para videojuegos de Periscope. En esta plataforma los jugadores pueden transmitir en vivo sus partidas y, a cambio, recibir donaciones de otros usuarios y patrocinios de marcas.
Así, parece que basta con no soltar el control para seguir jugando hasta ser profesional, aunque eso puede demandar tanta dedicación con una carrera universitaria.
