Cuando estamos morros, pensamos que el ser adulto está más chido porque no hay que pedir permiso a los papás, se tiene más varo y por consiguiente hay más libertades. Conforme vamos creciendo, uno piensa: “chale, estaba más chido cuando iba en la secundaria, no tenía que pagar renta ni tenía un jefe castroso”. Total que ningún chile nos embona y de pronto nos damos cuenta de que todas las edades tienen sus cosas que no están tan padres.
Pero no se depriman, que estas problemas son bastante comunes. Para muestra están las sugerencias de autocompletado de Google, que se basan en las búsquedas más frecuentes de los usuarios. Aquí se las dejamos, década por década, para que se rían, lloren o las dos cosas.
Tengo 10 años y…
¡Que pase la edad de la punzada! Se nota que al iniciar los “diecitantos” los pensamientos de los chamacos tienen que ver con empezar a explorar su vida sexual o con los cambios que ocurren en su cuerpo. Basta con ver el de “tengo 10 años y me salió líquido blanco”. También está el de “tengo 10 años y soy gay”, hay quienes a esa edad ya se dieron cuenta de que tienen otra orientación y quieren saber qué onda. El de “tengo 10 años y me mide 20” más bien suena a que al muchacho le tocó una bendición. Todos ellos contrastan con el último de: “tengo 10 años y no sé qué pedir para Navidad”. Aw, cosi.
Tengo 20 años y…
Chale. Aquí vemos que mientras unos se adelantan (tengo várices, tengo estrías, se me cae el cabello) otros se preocupan porque creen que van rezagados (no me sale barba, soy casto, nunca he trabajado). Los 20 son una etapa complicada, venimos saliendo de la adolescencia y es cuando se supone ya deberíamos haber elegido carrera, saber a qué nos queremos dedicar y hasta ir pensando en ser exitosos. Chale otra vez. Ya la vida nos irá enseñando que todo solito se va acomodando, ¿pa’ qué tanto estrés?
Tengo 30 años y…
Bienvenidos a la primera crisis de la edad. Aquí es cuando algunas féminas sienten que ya se les anda yendo el tren (las mujeres se casan siempre antes de 30, dice la rola) pero la neta es cuando apenas las chicas se van poniendo más sexys y va subiendo su impulso sexual. Malas noticias para los varones: es cuando nuestro vigor y nuestra libido empieza a decaer y ya no somos tan rendidores como antes. Sin importar el sexo llega la crisis profesional: algunos se dan cuenta de que quieren estudiar otra carrera o que sus papás los controlan porque no ganan chido y siguen viviendo en casa de la familia. ¿Les suena?
Tengo 40 años y…
Segunda crisis de la edad. Se nos fueron los 30 y seguimos solteros. Algunos siguen viviendo bajo el techo de sus viejos y no ven para cuándo emigrar. Tsss. A las chicas, el reloj biológico las presiona más duro que a nosotros: empiezan las broncas de fertilidad y la tasa de riesgo de los embarazos se eleva considerablemente. Los achaques se sienten más severos, llega la reuma pero eso sí, no se quitan los pinshis granos de la pubertad. ¡Maldito cuerpo traidor!
Tengo 50 años y…
“Nunca he tenido novia”. Auch. Pues a lo mejor tú no naciste para amar, nadie nació para ti, como diría Juanga. Canciones aparte, también vienen las crisis con respecto a la chamba: hay quienes a esa edad son despedidos y no encuentran un trabajo bien remunerado o quienes ya han taloneado mucho y quieren hacer su retiro de Infonavit. Aunque las posibilidades de un embarazo a los 50 sean casi nulas, estos casos existen. Finalmente están quienes ¡y qué chido!, se avientan a estudiar algo a esa edad. ¿Ustedes lo harían?
Tengo 60 años y…
A esta edad casi todas las preguntas giran en torno a asuntos laborales: algunos quieren seguir chambeando a pesar de los poquísimos empleos que siguen contratando a personas mayores y están también los que ya se quieren retirar pero con tantos cambios en las leyes del trabajo no entienden un carajo de dónde están sus aportaciones o cómo retirarlas y entonces acuden a San Google. Está también el inevitable caso de la ausencia de erección y aunque nos parezca increíble, el resultado más buscado es: “tengo 60 y nunca he tenido novia”.
Tengo 70 años y…
Aquí es cuando sospechamos que el “y nunca he tenido novia” más bien es chiste. ¿Alguien habrá llegado a esas edad sin entregar su corazoncito? Esperemos que sea leyenda urbana o producto de chamacos ociosos que teclean eso a ver qué encuentran. También está el “no se me para” y “no tengo erección” que sí puede ser muy legítimo. El “tengo 70 años y estoy embarazada” sí ya es como para Ripley.
Tengo 80 años y…
Aquí de las frases más buscadas son realmente quotes. Eso de “Tengo casi 80 años y no hice casi nada por nadie” no significa que haya abuelitos lamentándose, es parte de una rola que se llama “Sin pena ni gloria” de la banda No te va a gustar. El de “tengo 80 años y sé que estoy muriendo” es de un poema erróneamente atribuido a Borges, que en realidad fue escrito por la poetisa Nadine Stair, para que no anden cometiendo osos ni se crean todo lo que encuentran en internet.
¿Ya ven chilangos? No importa la edad, siempre vamos a estar bien jodidos. O si lo quieren ver por el lado amable, ¿para qué vivir del pasado o esperanzados en el futuro, si en todos lados hay broncas? El consejo que queda de todo esto es vivir el hoy pero con miras a la vida que queremos tener mañana. Rolen la nota entre sus cuates que ya están en edad de merecer o más bien de perecer. Jo jo jo.