La evolución en los smartphones es sorprendente. Quienes poseen uno, prácticamente tienen en sus manos una puerta a todo el mundo. Y toda su vida en un pequeño, pero nada simple, dispositivo. Elegir un teléfono que mejor se adapte a tus necesidades te dará ventaja a la hora de hacer una compra, y te hará rendir más tu dinero.
A la mayoría de los consumidores nos importa poco cómo funciona, sólo queremos que tenga el mejor desempeño y lo elegimos basados en nuestro presupuesto, en si está de moda o en las aplicaciones que tenga instaladas.
Poco a poco nos estamos educando en materia de tecnología móvil. Por ejemplo, ya sabemos que existen diferentes sistemas operativos (iOS, Android o Windows Phone), y cada vez preguntamos más por la cantidad de megapixeles, pero no tenemos la menor idea de qué diablos es eso ni cómo funcionan; lo que sí sabemos es que mientras más megapíxeles tenga la cámara, mejores fotos va a tomar. Y, entonces, decidimos nuestra compra basados en la calidad de las fotografías que queremos tomar.
Bueno, por algo se empieza.
Seguramente te pasa diario: en tu teléfono revisas Facebook, Twitter, subes fotos a Instagram, mandas mensajes por WhatsApp, ves videos en YouTube, haces búsquedas en Google, revisas páginas de Internet, y cuando quieres hacer una llamada ya no tienes batería.
O qué tal cuando tu teléfono parece ir en cámara lenta: cualquier aplicación se tarda siglos en abrir. O cuando por fin logra cargar una página y ya olvidaste lo que ibas a buscar.
Es cierto que la duración de las baterías es un tema que las marcas se han tardado en resolver, y que la red en México no es la más veloz, pero casi todos los problemas que enfrentamos diario con nuestros equipos inteligentes se resuelven con un buen procesador.
¿Y porqué nos debe importar el tipo de procesador de nuestro teléfono?
Sin clavarnos tanto: el procesador es el cerebro de tu equipo. Todas las acciones que realizas en tu smartphone necesitan ser procesadas: la foto que tomas, el video que ves en pantalla, el juego que te entretiene, todo necesita ser procesado. De otra forma los smartphones no serían lo que son, por lo que se recomiendan aquellos que tengan velocidades de más de 1 GHz.
Un buen procesador le da velocidad a tu equipo, evita que se caliente tan rápido y administra mejor la batería de tu teléfono. Nuestros smartphones cada vez se parecen más a las computadoras y les exigimos que funcionen como tal, bueno hay computadoras lentas y rápidas y las mejores cuentan con los procesadores más avanzados.
Por supuesto, hay otros factores que mejoran el desempeño como la memoria interna o la memoria RAM, pero si estás pensando cambiar tu smartphone te sugerimos que tomes en cuenta el tipo de procesador que tiene instalado.
Aquí los tips:
Snapdragon Qualcomm
La compañía californiana ofrece procesadores hasta de cuatro núcleos que maximizan el uso de batería, mejoran la velocidad y el desempeño del equipo en juegos o reproducción de videos HD.
En dónde se encuentra: En dispositivos Nokia Lumia, HTC, LG, Samsung, Sony Xperia, BlackBerry, Motorola, ZTE y Huawei.
Samsung Exynos
Desarrollado por la compañía surcoreana para sus dispositivos de nueva generación, es ideal para los que hacen multitareas en sus teléfonos. Sus cuatro núcleos administran la batería hasta 20% mejor que su antecesor.
En dónde se encuentra: Samusng Galaxy SIII y tabletas de nueva generación de la marca.
Nvidia Tegra 3
Este procesador, también de cuatro núcleos, fabricado por la empresa norteamericana, ofrece para dispositivos con Android un quinto núcleo de bajo consumo. También funciona con Windows 8.
En dónde se encuentra: HTC One X, LG Optimus 4X y ZTE
Intel Atom
La empresa líder en el mundo como fabricante de circuitos integrados ofrece en dispositivos móviles mejor desempeño y velocidad en multitarea para personas que gustan de abrir muchas aplicaciones a la vez.
En dónde se encuentra: Motorola Razr I