No importa si en el menú hay langosta y caviar, a la hora de decidirse por un smartphone, los consumidores mexicanos optan por unos ricos tacos de canasta, es decir, por un aparato que se ajuste a sus necesidades, tanto tecnológicas como económicas.
Mientras Samsung, Apple, Motorola, Sony y otras marcas se desviven por lanzar cada seis meses o menos, un smartphone más glamoroso que el anterior: cámara de alta definición, memoria casi infinita y más ligeros que un lápiz, a los mexicanos les enamora más un celular inteligente que cumpla con las tres “b”: bueno, bonito y barato.
Según la empresa IDC, que se dedica al análisis de mercado en el mundo tecnológico, a partir de 2013, el perfil del consumidor mexicano ya prefiere “embarcarse” con un smartphone en vez de un telefonito del Oxxo o feature phone; sin embargo, siguen sin buscar un equipo sofisticado, y en temas de precio, lo quieren muy accesible.
El analista de smartphones de IDC, Oliver Aguilar, enumeró las cosas que quieren los mexicanos a la hora de buscar el teléfono ideal.
“Algunas de las características que buscan para comprar un teléfono inteligente son: pantalla de 4 pulgadas, al menos 3.5 megapixeles en la cámara y memoria, que es lo que más quiere el usuario para descargar apps y contenido, y que además cueste aproximadamente 1,500 pesos”, explicó.
Si estás pensando que 1,500 pesos es una ganga y que con ese dinero no se consigue ni un teléfono “hechizo” en Plaza Meave, estás en un error. Aguilar aseguró que 55% de los aparatos que se venden en el país actualmente están en ese rango de precio, aunque esto no necesariamente significa que sea su costo, sino que por el plan o promociones contratadas sale más barato que si se compra por fuera.
“Sí hay una adopción acelerada de smartphones, pero la mayoría son en prepago y de bajo costo”, dijo Aguilar.
Y tú, ¿tienes un teléfono despampanante o uno sencillito?