No todos los celulares son contra agua

Era la definición de día perfecto. La plática fluyó como nunca, con cada doble palomita de ‘guasap’ en la pantalla hacía que su sonrisa fuera más grande. No se despegó de la pantalla ni un solo momento del día…hasta que la naturaleza la emboscó, y en vez de escuchar la llegada de un nuevo mensaje, escuchó el rebote del agua cuando el gadget pareció desaparecer en el fondo de la taza.

El iPhone se había ahogado.

Si no han sufrido ese pequeño infarto al sentir que su teléfono resbala de la bolsa trasera del pantalón cuando van al baño son muy afortunados pues, aunque parezca broma, que se ahogue tu teléfono desencadena problemas propios de una tragedia griega.

Salió de la taza empapado, limpio, pero escurriendo de agua por las bocinas; los sensores de humedad al rojo vivo y el empañado lente de la cámara eran prueba de la tragedia.

Los primeros auxilios aconsejaban meter al accidentado gadget en arroz (hasta los memes lo dicen).

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meme ((Foto: tomada de internet) )

Sin embargo, en medio de los cubículos del paraíso godín este consejo fue inútil.

“Quítale la batería” (también suena lógico), aunque no todos los teléfonos corren con suerte en este consejo, pues aunque para la mayoría funciona, si eres de los que tiene iPhone, el mayor auxilio al que puedes aspirar es quitarle el chip y correr a un centro de atención a clientes de la operadora de tu preferencia lo más pronto posible.

Después de una intermitente aparición del fondo de pantalla- como bocanadas de último aliento- la pantalla del teléfono se puso negra y dejó de prender mientras poco a poco el equipo se calentaba.

Parte técnico

Si les ha sucedido han de saber que al llegar al centro de atención a clientes, con casi un cadáver electrónico en las manos, las mentiras para hacer pasar el incidente por una historia creíble (y que entre en garantía sin costo), son insuficientes, ya que muchos de estos teléfonos cuentan con sensores de humedad (delatores infalibles); sin embargo, ingresé el equipo a revisión con esperanza de un parte técnico esperanzador.

A casi diez días de estar en desintoxicación de apps y mails, el parte técnico definitivo aún no llega, mientras tanto el regreso a un celular que sólo envía mensajes y hace llamadas en pantalla monocromática es la opción de comunicación más viable estos días, como un rehab digital por el módico precio de 299 pesos (sí, se tiene que usar uno de esos teléfonos que parecen que traen chicles adentro y que venden en los minisúpers, porque uno ya no puede vivir incomunicado).

Piensen dos veces antes de seguir escribiendo por WhatsApp en el baño o vuelvan a elegir leer una revista (sí, algo impreso en papel) en vez de revisar Facebook, pues las consecuencias de un gadget ahogado son peores que despegarse de su celular un momento.

Si realmente eres protagonista de una historia similar, estos son los pasos que debes seguir.

(Dale clic en siguiente, ándaleeeeeee).