La nueva normalidad ya comenzó, sin embargo, durante casi tres meses las pymes de la CDMX en la pandemia tuvieron que emprender estrategias y medidas extremas para mantenerse a flote y evitar recortes en sus equipos.
Un vistazo a las pymes de la CDMX en la pandemia
Chilango platicó con algunos pequeños empresarios cuyos proyectos independientes aplicaron importantes cambios en sus dinámicas durante la contigencia de covid-19, con el objetivo de mantener en operación a todo el personal y no parar las ventas.
Desde una librería con más de 60 años en operación hasta una tienda de vinilos, esta radiografía de pymes de la CDMX en la pandemia nos da luz acerca de la solidaridad tanto de los comerciantes como de los consumidores.
Librería Bonilla (libros y gestión editorial)
El fundador de esta librería, Manuel Bonilla Bagetto, formó parte de los cientos de españoles exiliados que llegaron México durante la administración del presidente Lázaro Cárdenas.
Bonilla fue un gran entusiasta de la literatura y de libros especializados en ingeniería, física y química. Desde que se instaló en territorio chilango vio una gran oportunidad para posicionar títulos científicos, ya que había conocido a varios universitarios en busca de estos materiales. Así que en 1950, en la calle Bolívar #51 del Centro Histórico, abrió la primera sucursal de la Librería Bonilla.
Su ubicación fue itinerante durante las décadas venideras; la Roma, la Florida, la Cuahutémoc y finalmente a la Romero de Terreros le abrieron las puertas decenas de clientes que buscaban tanto títulos especializados como joyas de la literatura que poco a poco nutrieron el catálogo de Bonilla.
Actualmente, su hijo, Juan Luis Bonilla, lleva la batuta de esta tradicional librería. Su labor va más allá de la venta de libros, también le ha entrado a la labor de gestión editorial (Bonilla Artigas Editores), ha lanzado concursos de creación literaria y, hasta antes de la pandemia, había planeado un pequeño espacio en la librería para hacer un centro cultural.
José Cabrera, mano derecha de Juan Luis, nos cuenta que a pesar de la adversidad durante la contingencia sanitaria no detuvieron sus operaciones. De hecho, lanzaron dos concursos literarios en torno al tema del confinamiento por el covid-19.
“Migramos todas nuestras actividades a redes sociales, no había de otra; también levantamos pedidos vía telefónica. Aún así nuestras ventas y flujo de clientes bajaron considerablemente”, comentó José con un gesto de nostalgia.
Por otro lado, apunta que todo el equipo se mantuvo unido, tanto el de la librería como el de la editorial, puesto que se consideran una familia. “Nos preocupaba mucho toda la gente que trabaja con nosotros, por eso continuamos con las operaciones online. El pago de sueldos no podía parar así que nos las ingeniamos para sacarlo adelante con los pocos pedidos que llegaban”.
Además, Cabrera recuerda con entusiasmo que los vecinos de la colonia se acercaron desde el inicio de la cuarentena para ayudar en lo que pudieran y que, hace unos días, apenas un par de horas después de haber reanudado operaciones en la librería, ya estaban esperando para buscar nuevos títulos en los estantes.
“Aún no recuperamos el ritmo de ventas, pero la gente está viniendo. Nosotros cuidamos mucho todas las medidas sanitarias: cubrebocas, caretas, higiene de manos, la sana distancia, la concentración de la gente dentro de nuestro local y la limpieza constante de las superficies; sin embargo se siente muy solitario el ambiente. Aún hay miedo”, finaliza para Chilango.
La Librería Bonilla abrió desde el 18 de junio; puedes visitarla en Miguel Ángel de Quevedo #47 en la colonia Romero de Terreros. Aquí te dejamos su página de Facebook para que le eches un ojo a su labor.
Fhauna (tienda de vinilos)
El mundo de la música no frenó solo en los escenarios. Algunas iniciativas como Fahuna, una tienda de vinilos también enclavada en los rincones de la San Rafa, también sintió el golpe de la pandemia.
Darío, uno de los socios, nos cuenta que este proyecto apenas iba para el año y su propuesta oscilaba entre un espacio híbrido para la exploración de música independiente y algunos eventos a cargo de los fundadores de la tienda.
“Nosotros somos djs, así que nos gusta cuidar mucho la música que le ofrecemos a nuestros clientes. Hacemos un trabajo de curaduría, es decir, primero escuchamos los vinilos y determinamos si son candidatos a los gustos de quienes nos buscan.”
Este proyecto forma parte de Radio Nopal, una emisora de radio independiente, así que los esfuerzos para dar a conocer música de nicho tanto nacional como internacional tiene doble salida.
“La pandemia nos pegó fuerte en las ventas. Desde que se anunció el inicio de la cuarentena tuvimos que cerrar el local y hace unas semanas lo dejamos definitivamente porque estaba complicado mantener la renta. Sin embargo en nuestra tienda de Instagram seguimos en operación, aunque definitivamente no es lo mismo”.
Las nuevas condiciones de la pandemia, puso las cartas sobre la mesa. Había que decidir si continuar con el mantenimiento de una sede física para Fhauna o invertir ese dinero para fortalecer los recursos en línea que ya habían emprendido hace unos meses. La balanza se inclinó hacia el proyecto digital.
Afortunadamente, sus seguidores han hecho paro y no han dejado de buscarlos para recomendaciones, regalos y nuevas adquisiciones a su colección. “Aquí la banda encontrará materiales bien seleccionados. En el catálogo ofrecemos electrónica experimental, música ambient, tropical mexicana y buen material de Sonido Gallo”.
Darío nos compartió que aún no saben si Fhauna regresará a la San Rafael, ya que en su equipo están pensando virar hacia otros lares del territorio Chilango. “Tal vez nos movamos a algo más céntrico, a algún sitio más cercano a algún corredor cultural. Queremos estar cerca de nuestros clientes para ofrecerles este trabajo de selección y la curaduría que tanto les gusta”, finalizó con buen ánimo y optimismo.
Aquí te dejamos el enlace de su tienda virtual para que te eches un clavado a la mera mata de la música independiente que nos ofrece Fhauna.
Drops (diseño de impermeables)
Los bazares intinerantes de la CDMX eran el nicho perfecto para los diseñadores independientes y pequeñas marcas emergentes. Coyoacán, el corredor Roma-Condesa, el Centro Histórico, Santa María La Ribera, entre otras sedes nos regalaron verdaderos hallazgos de ropa, calzado y comida.
Sin embargo, en marzo se detuvo toda la vendimia. Así lo resintió Adolfo Mascaró, diseñador y fundador de Drops, una de las pymes de CDMX en la pandemia.
“Por el momento sólo estamos haciendo venta por stock; es decir, lo que ya tengo en inventario. Hemos seguido en comunicación con nuestros clientes vía redes sociales, sin embargo, no estamos produciendo nada porque los proveedores y maquilas están parados por la contingencia”, apuntó Adolfo.
Para diseñadores emergentes resulta complicado rentar un local, puesto que apenas se están posicionando entre la audiencia, así que los espacios itinerantes resultan ideales para afianzarse en el mercado.
Por otro lado, el fundador de Drops, resalta que hasta ahora no ha encontrado una propuesta realmente jugosa para vender en tiendas o dejar en consigna sus productos: “Es complicado porque no me ofrecen algo realmente tentador; la ganancia es mínima así que prefiero seguir picando piedra en los bazares”.
La venta nómada es un modelo que le ha funcionado bien a Mascaró, puesto que le permite tener un trato más directo con los amantes de las propuestas independientes: “Me gusta que se acerquen a conocer Drops, que toquen los materiales, que se prueben los diseños. Sé que con la nueva normalidad será difícil, pero ya encontraremos una salida para que la experiencia de compra sea lo más placentera posible”.
Los protocolos de prevención y las medidas sanitarias ya están en el radar de Mascaró, sin embargo las fechas de retorno a los bazares aún están en el aire: “Por el momento tengo mi trabajo fijo, pero sigo a la expectativa de la reprogramación de nuevas fechas de venta. Tal vez para medidados de agosto, pero nada es seguro”.
Por el momento Drops sólo tiene página de Facebook e Instagram, pero si te late algún modelo para protegerte de las tormentas de la CDMX, puedes contactar a Adolfo para que te envíe el catálogo.
A pesar de las adversidades, las pymes en CDMX durante la pandemia encontraron un camino de salvación a través de medios digitales y de las adaptaciones que como audiencia hemos emprendido. ¿Conoces otros pequeños negocios en la misma situación?
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