Ir al mercado de Sonora por menjurjes para mejorar tu desempeño sexual puede resultar en algo chido. Aunque… vas a gastar una buena feria y quizá no resulte en lo que esperabas.
La verdad es que el cambio está en uno, aunque suene como comercial de libro de autosuperación. Es cuestión de hablar, compartir y moverlo bien porque de allá en fuera, si nos enfocamos en cuestiones externas: no va a jalar.
Por eso, aquí les pasamos algunos truquillos que harán que pasen menos noches solitarias y que cuando estén acompañados, sean más placenteras.
Di mi nombre
No, las palabras no se las lleva el viento a la hora de ponerle. Cada una de ellas tiene un efecto secundario. ‘Te ves bien pinche gorda’, ‘Lo tienes bien chiquito’, ‘Te apesta la boca’ son descripciones despectivas que pueden hacer que la magia de Copperfield se convierta en la de un merolico de esquina. Apapáchense, digan cosas que admiran en la otra persona.
Por ejemplo, quizá no tiene el paquete más grande del mundo, pero es rinconero y sabe hacer un sexo oral espectacular. Díselo, lo va a apreciar y le va a echar más ganitas. Digan cosas sucias, quítense los tapujos y libérense de los estragos del tráfico y la lluvia que los dejó empapados cuando esperaban su camión.
[Aquí, música para ponerle Jorge al niño]
Enfócate
¿Sabías que sólo el 25% de las mujeres tiene un orgasmo vaginal durante la relación sexual? No se trata del tamaño del pene, de un dolor de cabeza o de lo atractivo que puede ser la otra persona, sino de la imaginación.
Según un estudio publicado en la revista Sexologies, las mujeres que se perciben como ‘orgásmicas’ (o sea que disfrutan de los orgasmos con más frecuencia) son las que suelen tener más fantasías sexuales y pensamientos eróticos a la hora de darle.
Sin embargo, aquellas que se distraen con nimiedades como los pendientes de la oficina, tienen una vida sexual pa’l perro. Así que lo mejor es enfocarse en lo que están y centrarse en sus pensamientos eróticos, van a ver que la cosa cambia.
Propóntelo
Hace poco, una bloggera llamada Brittany Gibbons publicó una entrada en la que decía que tuvo sexo a diario por un año. Esta mamá de 3 chamacos, se concebía como una mujer hórrida frente al espejo lo cual, a la larga, afectó severamente su relación.
Llegó a tal grado, que su esposo le dijo que no la había visto desnuda desde hacía varios años, hecho que desató una alarma de alerta en la cabeza de esta mujer. Por tal motivo, decidió tener sexo TODOS los días con su marido durante 365 días (a excepción de los días en los que por alguna indicación médica no pudiera).
Y créanlo: le echó muchas ganitas. Usaba ropa interior bonita, se preparaba para que todo fuera un éxito y esto ayudó considerablemente a mejorar su relación de pareja. La moraleja: no es una cuestión de percepción, es de querer satisfacerse a uno mismo y a la pareja.
[Aquí les decimos cómo elegir lencería para su pareja]
Acaríciame
Las caricias tienen efectos terapéuticos. Ayudan a reducir el estrés, calmar el cuerpo y a incrementar la felicidad. Por eso ponemos un verdadero énfasis en el juego previo: tóquense, dense un masaje erótico y posteriormente, denle vuelo a la hilacha.
La comunicación en la pareja también reside en cómo se llevan a la cama y las caricias son una parte fundamental para poder echarse un tiro. Pueden utilizar aceites aromáticos o pintura comestible (ambos los pueden encontrar en sex shops) y con ello, comenzar todo un ritual que terminará en finales felices.
Dale rica nena, sabrosito
No es necesario que se lancen a la farmacia para conseguir la pastillita azul y durar horas. Basta con echarse un banquete rico en arginina (contenida en los espárragos, lechuga, pepino, plátanos, almendras, cacahuates) para poder mejorar su desempeño sexual. Rápido, rico, barato y chabocho.
Igual pueden aprovechar para armar un banquete y preparar estos alimentos. Así matan dos pájaros de un tiro: le meten candela a la hora de ponerle y ponerse guapos para conquistar a sus parejas.
[Aquí pueden leer sobre tragos afrodisiacos]
*Música de striptease*
Si eres de los que llega y se arrebata la ropa con mucha prisa: lo estás haciendo todo mal. Cuando una persona observa a otra desnuda, se libera una gran cantidad dopamina y oxitocina, pero si lo hacen rápido, el efecto dura tan poco como el amor. Ahora, que si lo hacen de forma lenta, la cosa se prolonga. O sea: péiname despacito que tengo el pelo chinito.
Vayan, prediquen con el ejemplo y nos cuentan cómo les fue. Les aseguramos el éxito durante el tiempo que conjuguen estos sencillos trucos.
Y bueno, si ya dieron fe y legalidad de cada una de ellas, échenle un comentario aquí abajito.