Sigmund Freud, María Callas, Pablo Picasso o Muhammad Ali son importantes referentes de la psicología, la ópera, la pintura y el deporte. Digamos que uno no necesita haber leído sus biografías para no hacer el oso en una reunión con los amigos de tus papás y decir que alguno de ellos se dedicaba al desarrollo de aplicaciones para Android.
Pero… ¿qué tal si les preguntamos sobre la mera mera de las técnicas de masturbación? ¿A poco sabrían quién es la que hace que sus alumnas perfeccionen (o ejerzan) la habilidad de darse amor propio?
Bueno, pues hablamos de Betty Dodson.
Esta famosa feminista de los años 70 ha revolucionado la sexualidad de las mujeres. Ella es una incansable activista de la masturbación femenina. Pero no de esa masturbación fingida, que quizá alguna mujer ejerce a petición de su pareja. No, señor. De esa que les permite a las mujeres tener el poder sobre sus cuerpos y les permite alcanzar múltiples orgasmos. Sí, orgasmos sin la necesidad de alguna pareja.
Así que decidió armar unos talleres llamados Bodysex en donde les enseña a alcanzar la muerte chiquita lejos de los tabúes en torno a esta solitaria práctica.
Desafortunadamente, en los 90 los deja de darlos debido a una operación de cadera a la que se sometió. Pero aquí no terminó la historia…
Bodysex en México
Entrevistamos a Fabiola Trejo, psicóloga social dedicada a hacer investigaciones sobre sexualidad, mediante las cuales descubrió que la figura de Betty no hacía mucho ruido en habla hispana. (Sí, no se sientan mal si no tuvieron la menor idea de quién era ella cuando les mencionamos su nombre).
A Fabiola no le cuadraban muchas perspectivas de los sexólogos, que no hablaban más allá de la pareja y de los mensajes sociales que dicen que te cuides y que no te embaraces si no quieres. Cuando descubrió que Betty hablaba mucho del placer y que además es muy didáctica, decidió buscarla.
Tan fuerte fue este encuentro, que Fabiola se comenzó a cuestionar cómo vivía su propia sexualidad. Este proceso de reconstrucción personal que vivió ella coincidió que en 2011 Betty volvió a dar sus talleres de Bodysex que había dejado de dar por más de 20 años. ¿Qué mejor manera de cerrar el círculo?
Obviamente Fabiola se inscribió.
¿De qué van estos talleres?
La intención de Betty al hacerlos, como nos platicó Fabiola, es: ‘dejar mujeres que prediquen su palabra’.
Y bueno, la primera certificación la hizo en noviembre del año pasado. Asistieron nueve mujeres entre las que se encontraba Fabiola, lo cual la convirtió en la única mujer de habla hispana con esta certificación. Ahí nomás.
Las mujeres que acudieron a esta actividad reestructuraron su propia sexualidad mediante las experiencias que compartieron en él. ‘La metodología que utiliza Betty surge de los grupos de autoconciencia feminista que hubo en los 70. En ellos, las mujeres se reunían a hablar sobre sus problemáticas, pero nadie trataba el tema de la sexualidad, lo cual significaba que no se podía hacer un cambio de fondo. A raíz de esto, Betty decidió armar los talleres’.
‘En ellos descubrió que las mujeres tenían muchos complejos sobre sus genitales, ya sea por su forma, textura u olores, lo cual les impedía vivir su sexualidad plenamente. O mujeres que sólo vivían para dar placer a sus parejas’.
‘Por ello, Betty insta a las asistentes de sus talleres a desnudarse para conocer sus cuerpos y sentirse cómodas con ellos. Todo esto se convierte en algo así como un ritual. Las chicas encuentran en sus lugares un vibrador, una barra vaginal, kleenex y aceite de almendras. En un determinado momento se da lo que ha bautizado como un ‘receso erótico’ en donde todas se masturban. Es un momento de libertad y de placer, mediante el cual Betty les enseña técnicas de relajación y de relajación de músculos, de respiración e incluso les explica cómo utilizar la barra vaginal que ella misma diseñó. Pero ojo: no es una cuestión sexual que implica que entre todas se toquen, sino que cada quien, en su espacio, lo hace como un diálogo con el propio cuerpo visto desde el placer’.
El ambiente de la sesión se transforma. Fabiola nos contó que se convierte en un proceso de sanación con la figura femenina.
Al llegar el momento llamado ‘la muestra de los genitales’, Betty se sienta con cada una de las asistentes con un espejo y una lámpara para ver sus vulvas y hacerlas sentirse seguras con ellas. Porque en realidad, ¿quién hace eso a solas? Fabiola nos comentó que el 80 por ciento de las mujeres aseguran sólo fijarse en esta zona cuando sienten un granito. O sea que sólo estamos en contacto con nuestros genitales cuándo hay algo que llama nuestra atención desde la salud.
La sesión concluye con un masaje que realiza Betty a las chicas divididas en dos grupos. Una forma de venerar al cuerpo y de agradecer a la otra persona por haber compartido contigo.
Muchos podrían pensar que en México esto es difícil que se realice. Y de hecho sí. Fabiola realiza otros talleres de sexualidad en los que se ha topado con mujeres que jamás se han masturbado, que jamás se han penetrado, vamos, ni siquiera se han puesto un miserable tampón, por aquello de no perder su florecita con un tubo de algodón y rayón.
¿Quiénes asisten?
Es común que asistan mujeres mayores de 23 años, incluso ha habido mujeres de 60 y por supuesto, Betty quien cumplirá 86 años. Son amas de casa, madres de familia, académicas, empresarias, solteras, viudas, casadas, divorciadas. Hay de todo, sin restricciones.
Los grupos son de mínimo cinco mujeres y máximo, 10. (Así que métanle velocidad e inscríbanse para no perder la oportunidad).
Y no, chicos, no están invitados. No se cumplirán sus fantasías. Tampoco crean que esto se convertirá en un sustituto para las relaciones sexuales en pareja, sino de crear (o fortalecer) una relación de amor consigo mismas para aprender a respetarse y a respetar a las personas con las que tengas un encuentro sexual.
¿Y luego, qué?
Es tan intensa la experiencia, que muchas mujeres se han reconectado consigo mismas y han aceptado su orientación sexual, otras han mejorado su relación de pareja y otras más han decidido divorciarse. De hecho, una mujer salió del taller y al día siguiente pidió un aumento en su trabajo. Digamos que este autoconocimiento las empodera.
Ok, quiero saber dónde y cuándo
Como recién regresó de la certificación en Bodysex, Fabiola emprenderá con el primer taller en la materia en marzo. Toda conexión que se quiera hacer con Betty Dodson será a partir de Fabiola.
El taller se hará en su casa, tal como lo efectúa Betty en Nueva York. De esta manera se preserva la intención y se cuidan todos los detalles de privacidad y estructura. Si vives en Sinaloa o en Yucatán, Fabiola también puede viajar hasta donde estés. Sólo es cuestión de coordinar las condiciones que se requieren para el espacio y listo.
Dura dos días y cada uno es de cinco horas. En el primero se habla de sus cuerpos, de sus orgamos y se hace la observación de sus vulvas. En el segundo, se hace toda la parte de masturbación, técnicas, receso erótico y masaje grupal.
¿Cuál es la conclusión de todas las mujeres que han asistido a un taller de Bodysex?
Bueno, pues que los orgasmos son los mejores que han tenido en toda su vida.
Pero si no te animas a masturbarte enfrente de otras chicas (a pesar de los beneficios que ya te mencionamos), bueno pues Fabiola también organiza otros talleres que duran cinco horas durante un día. En ellos hablan sobre sexualidad, placer, inseguridades y sobre sus vulvas. Se ponen videos sobre técnicas de masturbación.
Para mayores informes, pueden contactarla a través de su correo: [email protected], su blog, Facebook y Twitter.