Si ya reservaron el hotel Todo Incluido para las vacaciones de Semana Santa y se visualizan haciéndolo en el jacuzzi o en la alberca comunal, mientras todos están empinándonse unas buenas piñas coladas, este artículo es para ustedes.
En varias películas hemos visto que los protagonistas se ven envueltos en un arrebato de amor y pasión que los lleva directito y sin escalas a hacerlo como conejos en la playa o en cualquier zona acuosa. Digamos que le imprime cierto halo de misterio y sensualidad, cosa que todos quisiéramos tener para nuestros contoneos sexosos.
Pero… ¿a poco se siente como tan bien como se ve? ¿Tiene algún riesgo? ¿Tiene alguna ventaja? Para responder estas preguntas consultamos a Eugenia Flores, Coordinadora Nacional del Centro Julia Pastrana – Sex Asistent Europa en México y el Grupo Iberoamericano de Orientación y Apoyo a la Salud Sexual, además de contar con un máster en Educación Sexual y Sexología, y esto fue lo que nos dijo:
¿Por qué nos atrae tanto?
Cuando hablamos de sexo, vienen a nuestra mente imágenes de cuerpos sudorosos y resbaladizos, así que imaginarnos debajo del agua nos ahorraría la mitad de la tarea. Sin embargo puede resultar un poco peligroso para las chicas.
Además, son vacaciones, por favor. Como nos dijo Eugenia: “es una de las prácticas más comunes de los vacacionistas, sobre todo de los que viajan sin sus parejas. Les llama la atención practicarlo sea en la alberca o en el mar para cumplir la travesura de que ‘nadie los ve'”.
Hablemos de lo positivo:
“Nos da variedad, nos ayuda a salir de la rutina sexual. Nos hace sentir la adrenalina al hacer algo que para muchos no está bien. Puede ser la delicia de los exhibicionistas y vouyeristas. Sin duda, mucha emoción”, nos dijo Eugenia.
Aquí viene lo malo:
Seamos realistas: lo más probable es que la fiesta sea sin gorro. “Estar bajo el agua, con prisa y sujetos al movimiento de las olas seguramente evitará que se pongan condón. Y todos sabemos a lo que nos exponemos cuando esto sucede”.
Ahora bien, si recuerdan ponerse condón y deciden meterse al jacuzzi, el agua caliente y el cloro podrían afectar la durabilidad del condón. Así que si creían que podrían estar protegidos, olvídenlo. De igual forma, el condón se puede salir con más facilidad y ahí es cuando el cochino torcerá el rabo.
Además, como nos platicó Eugenia, “los microorganismos proliferan en albercas, en el mar y en las tinas de baño de los hoteles. Al hacerlo bajo el agua, se introducirán por la vagina y ello causaría fuertes infecciones. Quizá el que sale mejor librado en esto es el hombre, ya que las mujeres se exponen mucho más“.
No, pues la verdad así no se antoja.
Y, finalmente, uno no está exento de librar las leyes. En otras latitudes, el sexo en público está penado, “esto podría hacer que termines tu fin de semana en el bote”, como bien nos mencionó Eugenia.
Así que ya saben, sigamos el consejo de Eugenia: “si te gusta la aventura, mejor piensa en alguna otra travesura sexy que será igual o más emocionante y que no te dejará con un mal sabor de boca entus tan planeadas vacaciones”.
Para contactar a Eugenia Flores pueden hacer clic en la siguiente liga: www.eugeniafloressexshop.com
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