Todos los días vemos en el Face fotos de sus viajes a Tejeringo el Chico, de los tacos del Chupacabras que se comieron un día antes, de las nuevas proezas que hacen sus retoñitos o del tráfico que les tocó de regreso a sus casas.
Sinceramente, no hay mucha variedad entre cada posteo. Pero como la creatividad humana siempre se reinventa, a algún ocioso se le ocurrió subir su foto después de tener sexo. Y de ahí para el real, el sex selfie y el selfie #aftersex se convirtieron en tendencia.
Mesa que más aplauda
¿Quién dijo que uno no puede compartir lo más íntimo de su ser? La insistencia de la gente en recibir aprobación pública o de llamar la atención es todo un fenómeno en la actualidad. Facebook ha puesto algunos candados para evitar que las fotos de desnudos saturen la red (uno nunca sabe cuándo va a estar un chavito husmeando en el Facebook de su mamá), pero ello no significa que se hayan vetado las plataformas y aplicaciones donde uno pueda subir sus propias fotos teniendo sexo o después de haberse echado un quiebre.
Una de ellas es Uplust (ojo, si no tienes más de 18 años, no entres). En ella uno podrá encontrar fotos amateur de personas teniendo sexo o después de haberlo tenido.
Pero, ¿por qué cada vez más gente publica este tipo de fotos? Sabemos que quieres contarle al mundo que acabas de ponerle Jorge al niño y que quieres presumir que tu vida sexual es envidiable, pero ¿a qué se debe esta tendencia?
Le preguntamos al respecto a Claudia Lobatón, sexóloga de Diversex (que pueden encontrar en su Face y Twitter) y nos dijo lo siguiente: “las redes sociales hacen una interacción paralela e incluso más íntima con las personas, sin importar en dónde se ubiquen. Nos permiten alimentar con más recursos la escoptofilia (que es cuando a una persona le gusta o le excita mirar a otros cuando tienen un contacto sexual) y el exhibicionismo (cuando les gusta o les excita por ser vistos en conductas sexuales explícitas), ambas como parte de una amplia gama de formas de expresión de nuestra sexualidad”.
Son el bocatto di cardinale para quienes les gusta mirar o ser mirados. Pero además de ello, nos permiten mostrarnos al mundo como nos gustaría ser: “la persona y su estilo de vida se convierten en un producto ‘feliz’ y ‘cool’, donde las relaciones sexuales son un objeto cargado de emocionalidad. Es así como una de las ‘actividades con mayor pudor e intimidad’, como se considera en el mundo occidental, se convierte en algo público. Mientras más se exponga esa intimidad, cobra mayor poder y fama”.
O sea que tus sex selfies y las selfies #aftersex son una forma de buscar aprobación y popularidad. Si no, ¿para qué diablos las estarías publicando?
La tecnología al servicio de la comunidad
Y claro, las compañías de juguetes sexuales ya detectaron esta tendencia y se fueron como hilo de media cuando descubrieron que tenían un nicho de mercado ahí.
Nos fuimos con Erotika y les preguntamos qué productos había para ello. Nos platicaron que la empresa Lovehoney lanzó un vibrador llamado “Svakom Gaga Camera Vibrator” (y que ellos tendrán en sus tiendas a finales de año). Con este juguete podrás retratar tus adentros y una vez que captures las imágenes, las puedes subir a tu PC o a tu teléfono. O bien, puedes sincronizarlo para hacer Facetime, con lo que ofrecerás un asiento en primera fila a tu pareja para que vea lo que sucede ahí dentro cuando estás lejos de ella/él. Y nada de: “pero es que se va a ver muy oscuro”, este juguete cuenta con una lámpara integrada para iluminar el caminito.
¿Qué les parece? ¿Acaso es una forma de presumirle al mundo al tigre que tienes a tu lado? O nomás es pura faroleada sin sentido. Miley Cyrus y Rihanna ya nos dieron algunas clases al respecto, ¿les ha servido de algo?
