Desde hace siglos ha resonado en nuestros oídos un antiguo proverbio que reza así: “¡no te sientes en el escusado, que vas a agarrar una enfermedad!”.
Y sí, es cierto. Es muy probable que pesques una enfermedad, pero te sorprenderás al saber de qué tipo. Entrevistamos al doctor Álvaro E. Peña Jiménez, médico cirujano con especialidad en Ginecología y Obstetricia egresado de la Universidad La Salle, y nos contó lo siguiente:
“No existe ninguna infección de transmisión sexual que se pueda contagiar en un baño público. Ni siquiera el Herpes, el Virus de Papiloma Humano, Sífilis ni Chancro. Ninguna está asociada al contacto, puesto que la piel es nuestra mayor defensa”.
El único riesgo sería que tuvieras una rozadura, una cortada, o bien, que haya un contacto directo de los genitales con el asiento del baño inmediatamente después que haya sido utilizado por una persona con alguna infección. Y, vamos, ¿quién se restriega así?
Pero esperen, no crean que ya la libraron…
El dato macabro
“Lo que sí puede suceder, y es muy frecuente, es que el contacto con la taza del baño y la falta de higiene nos produzcan infecciones con graves cuadros diarreicos o gripe”.
¿Saben por qué? El doctor Peña nos dijo que, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, sólo entre el cinco y el siete por ciento de las personas se lavan las manos después de ir al baño. Ew. Así de asqueroso y alarmante.
“Hay mayor riesgo de contraer alguna enfermedad por unas bacterias como la shigella o los cocos, como estafilococos o estreptococos, que una ITS, ya que estas últimas sólo entran al cuerpo a través de una mucosa como la boca, cavidad vaginal, cavidad anal o parte de la vulva vaginal”.
Otro dato curioso que nos compartió el doctor es que si el chorro de la orina es muy fuerte y alguien más no le jaló antes de ti, puedes contagiarte con la bacteria Escherichia coli por la salpicadura. Así que antes de hacer cualquier cosa, lo mejor es cerrar la tapa y jalar la cadena. Por aquello del “no te entumas”.
¿Entonces no sirve de nada que haga de “aguilita”?
Sí, porque tus posaderas no hacen contacto con nada, ya saben que no falta la chistosa que hizo de “aguilita” antes de ti y que dejó todo salpicado. Y ya vieron cuántas bacterias se pueden encontrar ahí.
Si optan por este método, no se hagan y limpien después.
¿Qué hacer?
– Lo que decía un viejo comercial: lavarse las manos muy muy bien, después del ir al baño y antes de comer.
– Utilizar alcohol en gel, pero… OJO: no sangoloteen sus manos para que se seque. El doctor Peña nos dijo que para que haga efecto, debemos mantener quietas las manos durante por lo menos 15 segundos. De lo contrario, no habrá servido para nada.
– Tirar la primera parte del papel que cuelga y romper otro para uso personal.
– Si decides sentarte, lo mejor es colocar algo sobre el asiento para reducir el riesgo de infecciones gastrointestinales, ya sea por las salpicaduras de orina o restos de materia fecal. Uno no está exento de pasar la mano por los muslos y después llevarla a la boca.
Así que ya saben, para prevenir las ITS el condón sigue siendo el método más común en actividades un poco más recreativas que acudir al baño.
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