La calentura NUNCA avisa. Te sorprende en donde sea: el antro, tu casa, el coche. Nomás se necesita un poco de atracción con esa persona y zaz… aplicas el salto del tigre.
Todo está chido, siguiendo el mantra que dice: ‘cada quien hace de su trasero un papalote y lo echa a volar’, siempre y cuando sea con protección. Las cifras no están tan padres: según datos de Instituto Mexicano del Seguro Social, el 30 por ciento de los mexicanos entre 18 y 30 años ha padecido una enfermedad de transmisión sexual (ETS) en su vida.
Y ni qué decir de los embarazos no deseados. Uno va por la vida trayendo chamacos a lo tarugo por haberse evitado la ‘pena’ de ponerse un méndigo condón.
Por eso, May Alba se dio a la tarea de formar una empresa llamada Rubber It.
¿De qué se trata?
Tras el lamentable fallecimiento de uno de los mejores amigos de May a causa del Sida, ella se propuso lanzar un proyecto que hiciera más fácil el adquirir condones y tenerlos a la mano en todo momento.
Por ello, ideó la estructura de Rubber It que se dedica a enviar condones a domicilio. Dirán: ‘eso lo hace cualquier farmacia’, pero están equivocados. A las farmacias les hablas cuando estás a punto de turrón y tú bien sabes que en esos momentos el tiempo es oro. Y lo peor, cuando los recibes, a leguas se ve que son preservativos (las cajitas no son nada discretas) y si aún vives con tu mamá conservadora, quizá te toque tabla si te cacha.
¿Cómo funciona?
Trabajan con membresía (que no tienen ningún costo ni plazo forzoso), mediante la cual tú programas el envío de condones en una caja bastante chida y discreta, con la periodicidad que tú les indiques. O sea, siempre tendrás condones a la mano sin la necesidad de irte corriendo al Oxxo y matar el momento de la pasión. Sólo programas cuántos quieres al mes, se cargan directamente a tu tarjeta y voilà.
Puedes armar paquetes de 6, 12 y 16 condones de diferentes marcas o bien, de la que sea tu favorita, incluso importan marcas como Sir Richard’s de Estados Unidos. Y aquí viene lo mejor: si manejas un mástil tamaño ‘quítate que ahí te voy’, puedes pedir condones extra grandes. Si eres alérgico/a al látex, también te los consiguen, ya ven que es un lío conseguir este tipo de preservativos en cualquier lado. En fin, tú puedes armar tus paquetes como te dé la gana.
Además de esto, Rubber It distribuye la marca de lubricantes Übberlube, que son la puritita onda. Resulta que te ayudan a eliminar la fricción, dejan tu piel suave, no son ni pegajosos ni aceitosos. Vienen en un envase muy discreto y elegante, así que no te preocupes si después de una noche de ardua faena lo dejas sobre tu buró, nadie se dará cuenta de lo que es.
El lado altruista
Además de hacerte llegar tus condones en la comodidad de tu hogar, Rubber It tiene una faceta muy generosa con la población. Resulta que crearon un programa llamado: Buy One, Give One, mediante el cual, por cada compra de un condón, se obsequia otro a grupos de riesgo ubicados en zonas rurales.
Para ello, May se convirtió, como ella misma lo dice: ‘en padawan de Censida. A través de ellos me informé sobre cómo poder hacer llegar estos condones a la gente que no tiene acceso a una educación sexual integral’. De igual forma, con el apoyo de organizaciones como: DKT de México, MTV Staying Alive Foundation, Manatíes del Grijalva, Conalep, médicos y enfermeras voluntarias, visitan poblaciones para hacer entrega formal de los condones.
¿Cómo los consigo?
A través de Twitter, su página web o el correo: info@rubberit.co
Aquí matan dos pájaros de un tiro: se cuidan y ayudan a otros a cuidarse.
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