¿Se acuerdan de la época de oro del cine Teresa? Esta obra del arquitecto Francisco Serrano, inaugurada en 1942, levantaba las miradas inquietas de los transeúntes que caminaban por el Eje Central, cautivados por su arquitectura, los carteles y en busca de rostros conocidos que entraran a él (pillines). Era el cine porno más grande y más lujoso del mundo.
Ahora sólo levanta miradas por la belleza de su arquitectura art déco, pues dejó de proyectar películas porno para convertirse en sede de la Cineteca Nacional con una cartelera de arte y de películas de autor. Cosa que probablemente les sacó una lagrimita traicionera a los aficionados al porno.
Pero calma, hay otras opciones. Ya les hemos platicado sobre el porno que se produce en nuestro país para poder verlo en línea, pero también está chido saber en dónde lo proyectan para apreciarlo en tremendas pantallotas (por aquello del realismo y toda la cosa).
Bueno, pues en esta ocasión les venimos manejando el combo cultural-cachondo que presenta REC, un equipo multidisciplinario dedicado a la investigación, difusión, gestión y conservación de nuestro Patrimonio Cultural. Como ellos mismos han descrito en su página web, su misión consiste en la ‘divulgación objetiva y actual sobre el Patrimonio Cultural de México en sus variantes tangible, intangible y natural por medio de recorridos, visitas guiadas y cualquier actividad cultural que sirva de vínculo con la sociedad’.
Y bueno, ¿qué mejor que combinar dos placeres de la vida? Entre los diferentes recorridos que realizan en la ciudad, se encuentra el de los cines porno.
Aquí les platicamos un poco en qué consiste:
La historia
David García, director de REC, nos platica que ‘el recorrido de cines porno busca acercar a la gente la historia de los antiguos cines del Centro Histórico de la Ciudad de México y de la pornografía en el país. Consiste en una caminata donde conocemos la historia del cine Venus y el cine Savoy, los cuales son sede de nuestra incursión por el interior de sus salas, reconociendo los códigos y rituales que se realizan al interior de estos espacios’.
Pero no crean, la planeación de este recorrido no fue como: ‘echílame otra’. David nos cuenta que al principio pensaron que nadie los acompañaría por estas salas antiguas. ‘Después de planear y diseñar las estrategias de difusión y logística adecuadas, se realizó el primero de los recorridos cuando aún existía el antiguo cine Teresa. Éste fue todo un éxito, ya que dentro de nuestro proyecto dejamos que los visitantes vivan la experiencia de estar al interior de una sala de este género y se vuelvan “un espectador más” por unos instantes. Una labor esencial de este circuito es dar a conocer la importancia de estos recintos cinematográficos como pilares y testigos mudos de la gran industria cinematográfica de mediados del siglo pasado y de su caída en la década de los 70 y 80′.
Pero no sólo se trata de ver lo que se está proyectando, David nos comenta que ‘es importante hablar de los orígenes de la pornografía en México y de cómo ha cambiado a lo largo del tiempo, en específico desde la llegada del cinematógrafo en la época de Porfirio Díaz. Detectamos que había dos vertientes poco explotadas en el turismo cultural y consideramos importante dar a conocer un poco más este submundo que se encuentra mezclado con nuestra vida cotidiana. En este recorrido se entrelaza la historia y las necesidades humanas, las filias y las fobias, los deseos y los miedos, todo esto se percibe, se huele y se observa entre los asistentes’.
Los requisitos
Para realizar este recorrido tienen únicamente dos requisitos: ser mayor de edad y contar con amplio criterio. Los de mente cerrada y los apretados: absténganse.
A pesar del furor del porno en línea, estos cines aún despiertan la curiosidad entre los espectadores. David nos platica que ‘el fenómeno de este tipo de cine se mantiene casi imperceptible para una sociedad pendiente de la industria del espectáculo y de los avances tecnológicos. Son refugio de los espectadores. Es toda una experiencia sensitiva que va desde adquirir el boleto en la taquilla hasta caminar por los pasillos oscuros y tomar asiento. Las miradas de los lugareños que auscultan tu llegada, el saber dónde sentarse y cómo comportarse, todo el mundo sórdido del sexo está presente, como si fuese éste una válvula de escape para despertar y experimentar las más bajas pasiones probablemente reprimidas y censuradas en un contexto cotidiano. Los visitantes habituales se ubican, se saludan y continúan una especie de casería entre las butacas vacías y los recién llegados’.
Como él mismo lo dice: ‘nunca será lo mismo visitar el Savoy o el Venus que tener películas de género erótico en casa, porque además en los cines porno la acción está en las butacas’.
Y para que vean cómo los apapachamos, REC quiere compartir con los primeros 10 que escriban al correo: contacto@recorreydescubre.com un recorrido por los cines porno el próximo 11 de diciembre a las 6:00pm. Así que no dejen pasar la oportunidad y no se olviden los requisitos que ya les mencionamos.
Para conocer más sobre otros recorridos que realizan, visiten su página web: http://www.recorreydescubre.com/ En serio, no se van a arrepentir.