Dicen que uno es lo que come y parece que algunos veganos empiezan a tomar en cuenta esta frase. No comen ningún producto que provenga de especies animales, pero ¿y su pareja(s) sexual?
¿Qué tal que son tremendos carnívoros y ellos ni enterados? ¡Estarían consumiendo carne! De ahí el nacimiento de los vegasexuales.
Según un estudio de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda, esta tendencia esta cobrando auge entre los que se abstienen de hincarle el diente a algún animal —incluyendo a los bípedos pensantes)—.
La coordinadora de la investigación, Annie Potts, los bautizó como vegasexuales. Ellos creen que si tienen sexo con algún carnívoro se estarían contaminando con los fluidos corporales de la otra persona, pues a través de ellos estarían circulando residuos de origen animal. ¡Y eso no puede ser posible!
Huelen diferente
Quienes participaron en este estudio aseguraron que se sentirían incómodos al tener relaciones con alguien que se alimenta de seres vivos para sobrevivir. De hecho, los consideran como “cementerios vivientes de animales”. Algo así como si fueran zombis.
Y no crean que se les olvida si utilizan un condón. No, señor. Tampoco están permitidos los besos ni el sexo oral.
Los vegasexuales no sólo se fijan en la alimentación de sus parejas, sino que pueden llegar a sentir el aroma de ellas. Dicen que perciben un olor diferente que les causa repele y les impide llegar a tener una relación sexual con esa persona.
Coherencia de ideología
Muchas personas se han mostrado renuentes ante esto. De hecho, los propios investigadores de la Universidad de Canterbury aseguran que, si acaso, los restos de origen animal estarían en la saliva —ew, por no lavarse los dientes—, pero que es poco probable que estén presentes en las demás secreciones.
¿Por qué? Porque ya fueron procesados y digeridos. No se diferencian en nada a los de un vegano.
Sin embargo, los adeptos a esta ideología tienen un punto importante: acostarse con alguien que ama los asados de carne podría ser un tanto complicado, ya que significaría que no comparten las mismas convicciones. Y pues eso está un poco chafa.
Es una cuestión de afinidad, ya que la mayoría de los que se han convertido en veganos lo hicieron por preservar la vida de los animales. Estar con alguien al que le vale sorbete esto quizá no sea una de sus prioridades.
¿Qué opinan?, veganos. ¿Confesarían haberse acostado con algún carnívoro nomás porque quisieron satisfacer un antojo?
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