Eso de aburrirse con la pareja está difícil. Al principio todo es magia, besos y promesas de amor eterno. Pero con el paso del tiempo, la cosa se empieza a poner color de hormiga.
Uno hace de todo: posiciones, juguetes, disfraces… bueno, ya saben, uno saca la mejor artillería para que las noches se conviertan en una batalla campal, aunque a veces sólo es una simple guerrilla.
Pero… muchas parejas no temen entrarle a la onda underground. Entre ellos se encuentra @MiauMiauSW (aguas si son menores de edad, pues tiene contenido no apto para ustedes, chamacos). Una singular pareja casada que vive el amor a la distancia. Él se encuentra en México y ella, en París. Cuentan con 8,523 seguidores en Twitter y la neta, son muy profesionales en esta onda.
Los entrevistamos y esto fue lo que nos dijeron. Utilizaron seudónimos para guardar el anonimato, MR es el hombre y Miau Miau es su mujer.
La decisión de ser swingers
MR nos comenta que siempre quiso tener como pareja a una mujer que disfrutara las posibilidades del sexo tanto como él. “Curiosamente, esto lo comenzamos a plantear como fantasía desde que nos conocimos. Ambos fuimos jugando con nuestras expectativas hasta que nos dimos cuenta que lo nuestro es el candaulismo (donde una pareja permite de mutuo acuerdo que el otro o la otra tenga placer con alguien más, ya sea a través del contacto sexual o de imágenes). Yo como su marido prefiero verla a ella con hombres (o mujeres en algunos casos) en vez de participar con parejas activamente”.
Por su parte, Miau Miau nos platicó que todo comenzó con fantasías. “La idea de compartirnos con otra pareja se hacía cada vez más excitante, y yo como mujer a la que le gustan que la vean y mi esposo como hombre voyeur (cuckold específicamente, es decir, un hombre casado cuya esposa tiene relaciones con otros hombres… vamos, un cornudo) siempre habíamos planteado el hecho de que yo estuviera con otros hombres mientras él me veía. Un día decidimos hacerlo realidad y nos volvimos adictos a la idea”.
¿Y no afloran los celos?
Posoye, es la pregunta obligada, pero chequen la magistral habilidad con la que manejan la situación:
MR nos platicó que pasan largas temporadas lejos el uno del otro por cuestiones profesionales. “Sí existe un celo al saber que algunos hombres pueden tratar de enamorarla, pero en realidad somos muy sólidos”. En realidad, lo que nos platicaron, su principal consternación podría ser sentir que puede existir una competencia por parte de otros pretendientes fuera del medio swinger, pero de allá en fuera: todo se basa en la confianza. “En el sexo no siento celos de verla con otros. A mí eso me enciende mucho y recordamos los escenarios a la hora de estar solos en la intimidad. Sentir que otros la desean y la hacen gozar es mi combustible sexual”.
A Miau Miau le parece que el ambiente swinger es diferente para ellos, “pues nos encanta mostrarnos y compartir con otras personas lo mucho que disfrutamos del sexo en pareja y del sexo de manera más… complicada”. Los celos no entran en un gang bang (donde una mujer mantiene relaciones con varios hombres al mismo tiempo), si no esto no sería posible. Yo opino que la gente celosa (dicho de otra forma la gente insegura) no figura entre la comunidad swinger porque es un mundo de confianza y amor (entre parejas) y de placer y fantasía entre personas’.
¿Cómo consiguen a los hombres?
Como bien se mencionó al principio, esta pareja sabe de qué lado masca la iguana. No aceptan voluntarios que les hagan proposiciones por Twitter, sino que deben estar inscritos en alguna página, por ejemplo en el Swingers Date Club (@sdcmedia), Fantasias Motel (@fantasiasmotel), Pasionliberal.com (@pasionliberal) y SWLifestyle y la verdad, tienen toda la razón. De esta forma se aseguran de la seriedad del asunto y evitan malas experiencias.
¿Esto surgió porque se aburrieron de repente?
En lo absoluto, para ellos no resultó un salvavidas de su relación, sino como una manera de experimentar como pareja. MR nos comentó que a través de estas experiencias han descubierto muchas cosas que la gente “vainilla” (slang swinger para referirse a la gente fuera del medio) no imagina. “No es un ambiente en el que el morbo esté fuera de control y las cosas ocurran de manera sucia y sórdida. Sí puede llegar a pasar, pero a nosotros no nos ha tocado convivir de ese modo. Nos hemos hecho de grandes amigos dentro del medio swinger. Hay gente muy divertida, responsable, gentil, sexual y educada. Los encuentros son siempre agradables, hay muchas risas, grandes conversaciones y, obvio, sexo. Lo menciono porque al final se nos ha hecho adicción conocer gente que resulta agradable en extremo y nos saca, eso sí, de la rutina del trabajo o la indiferencia de nuestra cotidianidad”.
Y bueno, ¿aburrimiento? Para nada. Miau Miau nos platicó que entraron a esto después de 5 meses de relación, así que ya ustedes dirán.
Las reglas del juego
Para MR y Miau Miau todo se lleva a cabo si:
1. Todo es con preservativo, incluido el sexo oral.
2. No los invitan cosas puesto que eso los hace sentir comprometidos.
3. Ambos están presentes en los encuentros, no hacen citas por separado.
4. La gente está en una página swinger.
5. Se plantean las condiciones desde el principio, sobre todo para saber si realmente las otras personas buscan lo que ellos buscan.
6. Las novias o las esposas están al tanto de las actividades swinger de los hombres que contactan.
7. La comunicación se realiza únicamente con MR, jamás con Miau Miau.
8. La plática pre-sexual es fluida.
9. Ellos aprueban los perfiles. Las personas no deben tener validaciones negativas.
10. Las personas que contactan saben escribir bien, tienen claro lo que es ser swinger y están dispuesto a pasar un buen momento con ellos en todos los aspectos.
Y como la cereza del pastel, son excelentes anfitriones. Ellos se encargan de los gastos de la botella de vino, botanas, hotel, condones, pues de esta forma nadie se pasa de listo con ellos pidiéndoles cosas que no quieran hacer o que les haga sentir incómodos.
La mala experiencia
Ambos nos comentaron que afortunadamente no han tenido una mala experiencia en esto. A lo mucho algún plantón, pero de allá en fuera, manejan con tanto cuidado las citas, que no les ha tocado enfrentarse a alguna decepción.
Eso sí, les ha pasado cosas como que un hombre que hayan contactado no tenga una erección o que se conviertan en amigos de una pareja con la que jamás han tenido un intercambio total. ‘Todos hemos querido, pero al final la situación es tan amena que se vuelve casi civil y todos nos divertimos como grandes amigos de la prepa. Es extraño, pero lo disfrutamos mucho’, nos comenta Miau Miau.
¿Quiénes saben de esto?
Como el tema swinger aún es un tabú para muchas personas, prefieren mantenerlo en privado. Sólo lo han compartido con su círculo más cercano de amigos y familiares. Miau Miau nos comentó que no es algo que quieran publicarlo a los cuatro vientos pues “si yo digo abiertamente que pertenezco a la comunidad swinger, la gente se cree en el derecho de tratarme como prostituta. Es por eso que somos cuidadosos y preferimos mantener el anonimato en todas las redes sociales, desde páginas swinger hasta Twitter”.
En serio, resulta verdaderamente admirable el profesionalismo de esta pareja, sus sólidas bases en esta onda sexual y la apertura de mente con la que le entraron a este mundo. Y además de todas estas bondades, son una pareja sólida. Aplausos.
¿Ustedes qué piensan de la onda swinger?