Tu pareja se lanzó a ese viaje programado de su vida godín. Tú te sientes más solo que náufrago sin Wilson y lo peor de todo, es que hoy, justo hoy, tienes unas ganas tremendas de darle TODA la noche.
¿Salir con tus cuates para apaciguar al cuerpo? No es opción, andas bien roto y lo más probable es que tus amigos sí tengan un plan chenchualón para esta noche. Chale, ¿Manuela? Bueno, pos va.
Pero es que… así de a Solimán, sin que alguien de perdida te eche porras, pues tampoco está tan chido. Así que decides meterte a algún foro de sexo, en la sala de ‘Cachondos y sexosos’ y sueltas un sutil: ‘¿alguien disponible?’
Pues cómo no. Te llegan mil solicitudes donde te proponen que te muestran su pene o su vagina a cambio de verte a ti también entrar en acción. Te la piensas un poco y accedes. Claro, sin que se vea tu cara. Y darle que es mole de olla.
Terminan y todos fueron felices para siempre. Cierras tu computadora y te vas a dormir, pues… aquí no ha pasado nada. ¿O sí?
Aquí les van algunos puntos sobre la infidelidad virtual:
Pro: todo se realiza en el más absoluto anonimato.
Contra: no creas que es tan anónimo el asunto. Si viviéramos en una era en la que los hackers no fueran unas pistolas, las redes sociales no marcaran tendencia y no fueran sujetas a meticulosas investigaciones para detectar cientos de delitos y extorsiones, va, te la creo que el anonimato es la onda. Pero esto no es así.
Los casos de infidelidad que se producen a través del Face, Twitter, Whatsapp o cualquier aplicación virtual, también han sido sujetas a escarnio como pruebas irrefutables de infidelidad en matrimonios. Así que no crean que se escapan del gran ojo.
Pro: siempre es un misterio.
Contra: sí y no. Si nos remitimos al ejemplo que pusimos anteriormente, pues sí, la cosa se ve envuelta en una maraña oscura, pero si la persona con la que uno tiene contacto vía virtual se vuelve contacto físico real, ya no es tan misterioso el asunto. Aquí entra el dilema: si no hay contacto físico, no es infidelidad.
Muchos fantasean con alguien más mientras le ponen con sus parejas y no, no es infidelidad. Entonces ¿por qué este caso sería diferente? Bueno, porque simple y sencillamente existe una interacción humana. En el caso de las fantasías se quedan ahí, en meras nubecitas encima de nosotros mientras le estamos dando. Pero contactar a alguien por internet ya implica a una tercera persona.
Pro: le metería lo que viene siendo la novedad a la relación:
Contra: sí, siempre y cuando el otro esté enterado. Pues claro, tú podrás hacer cualquier cantidad de proezas al aire con tu pareja, debido a que tu ligue virtual se puso a darte algunas clasecitas. El punto es que el otro también esté enterado, porque aunque parezca un mínimo detallito… también cuenta.
Pro: total, ¿qué tanto es tantito? Nomás es para pasar un rato.
Contra: si en realidad sólo sirve para distraerse un rato y no se enganchan con ese otro ente que se encuentra a millones de kilómetros de uno, ¿qué más podría pasar? Bueno, pues el contra es que tu pareja también tenga derecho de hacer lo mismo. La cosa es ser parejos, no sólo que tú tengas tus desfogues con alguien más y que tu pareja se quede como los chinitos nomás milando.
Pro: no hay riesgo de contraer alguna ETS.
Contra: cierto, aquí no podemos decir nada contrario.
Pro: siempre hay alguien diferente con quien te puedes echar un quienvive.
Contra: cierto. Si la cuestión sólo se remite a encuentros sexuales por internet, seguro coleccionarás millones de experiencias. Ahora que si deciden llevarlas a la vida real, puede que logren juntar las millones de experiencias, aunque quizá no todas sean tan satisfactorias.
Pro: no hay que invitar un café antes.
Contra: tampoco hay contacto cara a cara, golpe a golpe, verso a verso. El contacto físico es indispensable para liberar tensión, así que no aplica para hacerlo por siempre.
Y ustedes que lo han probado (porque seguro alguno ha tenido algún ligue por Whatsapp, Tinder, Face o algún foro) ¿qué otros pros y contras se les ocurre?