Despiertas. Las mañanas son traicioneras, lo sabes bien. Prisas, desayuno y córrele, porque el metro se atasca y tienes que dejar pasar 13 trenes para poder entrar sin que seas víctima de acoso.
Bueno… pero ¿qué tanto es tantito? Tu novia está ahí dormida, plácidamente, ¿y si la despiertas para un rapidín? Ay, no dirá que no. Y vámonos riendo, a lo mucho 20 minutos en los que medio se besan, medio lo hacen y medio terminas. ¿Qué clase de sexo es eso? Uno que probablemente en algún tiempo podría causar una ruptura…
Por eso, te recomendamos practicar el tan renombrado sexo tántrico. Ajá, pero ¿qué es eso?
Bueno, pues aquí les explicamos:
Vamos por puntos…
En nuestra sociedad, se concibe al sexo como una forma de éxtasis que se llega mediante el orgasmo y más que nada, por la eyaculación. A quienes se les conoce como los tántrikas, que son los brothers que practican el tantra, no lo ven así. Ellos creen que la eyaculación es una pérdida de energía y que basta con eyacular una vez al mes para que te des por bien servido. En el tantra, a la mujer no se le ve como ‘un recipiente sexual’, sino como un ser que da y recibe energía. Mujeres, aplaudan esto; hombres, no se espanten, aquí viene lo bueno.
Péiname despacito que tengo el pelo chinito
Los que practican el tantra recomiendan tener sexo sólo una vez al mes, dicen que de esta manera se acumula la energía sexual. O sea, tigre, agárrate. La cama se convierte en un templo libre de distracciones como televisión, celular, Candy Crush y demás artificios que nos mantienen alejados de nuestras parejas. En vez de ello, aconsejan poner velas aromáticas, flores, incienso y todo aquello que te permita sumergirte en el momento. Igual se propone que para este momento reserven una tarde completa, por aquello del ‘no te entumas’.
Acaríciame
Con manos locas enloquéceme, con uñas y sonrisas ámamame…
https://www.youtube.com/watch?v=kjbv3MFj0SgBueno, bueno, al grano. Como el punto aquí es descubrirse, preparar el terreno. Hagan movimientos largos, circulares, que el masaje se convierta en un placer. Dense 15 minutos para cada uno y alternen.
Bésame mucho
Primero, acompasen la respiración, observen a sus parejas y respiren al mismo tiempo. Empiecen despacio y cuando el placer crezca, aceleren el ritmo. Cuando las respiraciones encuentran el mismo ritmo, el cuerpo obedece y todo fluye. Después bésense, comiencen por la boca y después recorran sus cuerpos. Poco a poco, (no se apresuren) llegan a los genitales, todo con mucha dulzura.
Con el corazón en la mano
Coloca tu mano sobre el pecho de tu pareja, siente los latidos de su corazón. Esto les permite crear un vínculo energético con sus corazones.
Un paso más…
En el sexo tántrico, la penetración no es un fin, sino un paso más. Cuando ésta sucede, debe ser estática. El pene se queda inmóvil dentro de la vagina, las caricias no cesan. Posteriormente, los dos se mueven de forma autónoma. Vamos, déjense llevar, esto puede durar hasta 30 minutos (o más). Aquí hay que hacer una aclaración: de preferencia la mujer está encima del hombre, sentada, acostada, pero siempre encima.Si la eyaculación es imposible de controlar, vuelvan a los ejercicios de respiración y las caricias suaves.
Como podrán ver, la clave del sexo tántrico es la paciencia. Hay que combinarla con erotismo, sorpresa y muchos deseos de que la pareja disfrute del momento.