Ayer un chico me escribió un correo preguntándome por qué la chava con la se acostó hace unos días se enojó con él. ¨Y es que cómo no, si cuando terminaron de echar pasión, –cuando se supone que es tiempo del arrumaco– le preguntó: “¿Te viniste?”.
Es una pregunta simple y directa pero, para muchas mujeres, una de las peores que les puedes hacer. Refleja que no estuvieron mínimamente en sintonía y esto, para la gran mayoría, es muy importante… Es probable que sientan que lo que acaba de pasar no fue importante para el otro, porque sino éste sabría cómo se siente, qué le pasó… Es como si no las escucharan y ellas piensan: ¿cómo no se dio cuenta?, ¿en qué estaba que no se dio cuenta?, etc.
Ojo, no es que la pregunta en sí esté mal… es sólo que no es el mejor momento. Por eso es súper importante la comunicación, si se lo preguntas durante el proceso, seguramente no lo tomará igual. Al contrario, ahí –seguramente– sentiría que te estás preocupando por ella, por ver en qué va y qué necesita. ¿Ves la diferencia?
Por ejemplo: Yo sé que justo después de haber tenido un orgasmo, mientras estás tumbado en la cama, tal vez te pasen preguntas en la cabeza como: ¿le habrá gustado?, ¿duré lo suficiente?, ¿me puedo levantar o es muy pronto?, ¿habrá tenido un orgasmo?, etc… Sobre todo si es la primera vez que están juntos y todavía no la conoces muy bien, ni sabes cómo es en la cama ó qué le gusta…
Pero, el que te pasen por la cabeza, no quiere decir que se las tengas que decir en ese preciso momento, ni que las hagas de la forma en que las estás pensando. Hay momentos para todo y hay ciertas preguntas, como las que te acabo de mencionar, que se pueden prestar a malas interpretaciones. Por eso es importante comunicarte con tu pareja, no importa si es una noche o ya llevas varias con ella.
Entiendo perfecto que quieras saber qué tal lo hiciste, pero disfruta del momento del apapacho… al menos durante unos minutos no preguntes nada, sólo abrázala y siente su cercanía.
Después de un ratito, cuando sientas que tu respiración y la suya ya regresaron a la normalidad, entonces puede ser buen momento para preguntarle cómo está, cómo se siente y de ahí ir llevando la conversación hacia las inquietudes que tengas acerca de lo que acaban de vivir.
Mi recomendación: también disfruta de los silencios, no siempre es indispensable entender lo que sea que acabe de ocurrir. Entrégate al momento y déjate llevar, sigue tu intuición y confía en lo que estés sintiendo.