Alejandra, investigadora
Estaba en el paradero de Pantitlán con dirección al metro cuando unos
tipos –porque fue en dúo, ¡eh!– que vendían cd´s pirata me dijeron la
mamarrachada esa de `En esas tortas yo sí embarro mi aguacate´. Uno
dijo
"en esas tortas" y el otro `yo sí embarro mi aguacate´. Yo lo ignoré, llegué al metro y lo olvidé.
En otra ocasión me fue peor, con uno muy similar a
ese.
Me dijeron: `En ese tlacoyo yo sí embarro mis frijoles´. ¿A poco
no es
naquísimo?
Otro más horrendo fue `Si tus nalgas fueran sartén, ahí
estrellaría mis huevos´. Ese me lo dijo un albañil por el metro
Mixhuca; cuando terminó su frase célebre lo miré de arriba para abajo y le dije `pues,
huevos´… cosa que debí haber omitido porque como cualquier `naco´
respondió: `Te doy´. O sea, ¡indignacion!