¿Qué pasa?
Estás en medio de la relación sexual cuando, de pronto, se te ocurre una idea sensacional… digamos, amarrar a tu pareja a los barrotes de la cama. Lo malo es que ni siquiera tuviste la cortesía de preguntarle si estaba de acuerdo, y te vas como el Borras.
¿Cuál es el error?
Que una relación tiene 50 y 50% de responsabilidad. Todo lo que se hace es de mutuo acuerdo, o caeríamos en un juego de dominación nada agradable. Si lo que se te ocurre no es común, no se ha hecho antes, o puede incomodarle a tu pareja… no trates de sorprenderla. Pregunta y verás que todo será más agradable.
¿Cómo suavizarlo?
Si ya lo hiciste y tuviste una reacción desfavorable, a la antigüita: pide una disculpa y regresa a la posición inmediata anterior. Si no te ha dicho nada, pero no estás seguro de su reacción, pregúntale si le está gustando. La franqueza ante todo.