Estar en una relación abierta puede parecer un sueño para muchos, pero la peor pesadilla para otros. Que de común acuerdo, tú y tu pareja puedan estar con más personas no es algo muy común en culturas como la nuestra. Pero, seamos sinceros, ¿cuántos de ustedes que están leyendo estas líneas no le han puesto el cuerno a su pareja? Así que hacerlo de forma oficial sin que al otro le hagas de chivo los tamales, no suena tan mal.
Entrevistamos a nuestra maravillosa asesora Irene Moreno, quien además es sexóloga, conductora de radio y actriz, y nos despejó muchas dudas al respecto. Así que aquí te exponemos un listado de pros y contras al respecto:
Pros
– Cada pareja le da su propio significado. Para unos puede ser darse unos besitos con alguien más y para otros, tener sexo abiertamente. Ellos mismos ponen sus reglas.
– Es equitativa. Aquí no aplica la ley del embudo: lo ancho para mí y lo angosto para ti. Si él puede salir con más personas, tú también.
– Previamente visualizaron lo que esto implica. Porque una cosa es decir: “ah, me vale que esté con alguien más”, a saber que esta noche sus ojos se pondrán en blanco y que tú no seas el causante de esto.
– Los celos no existen (o al menos no deberían).
– Tienen mucha comunicación. Si planean salir con alguien más, se lo dicen a su pareja de forma frontal. No hay acoso con preguntas, pues todo lo dicen abiertamente.
– Si se respetan todos los puntos anteriores, es una relación mucho más limpia y honesta.
– No hay infidelidades, sólo un goce del derecho de lo que establecieron previamente.
– Como la fidelidad no es algo que ambos busquen, descubrirán otras cualidades en sus parejas.
– Pueden cumplir sus fantasías con más gente.
Contras
– Como decíamos al principio, en nuestra cultura una relación abierta no es visto como algo muy común socialmente. O sea, seguramente no podrás soltar en la cena de Navidad que ya andas con Fulanito, pero que al ratito te vas con Menganito al hotel.
– Hay quienes lo conservan en secreto, lo cual puede resultar incómodo para algunos.
– Se pueden enganchar con alguien más y ahí es donde el cochino torcerá el rabo.
– Si no tienen sexo seguro con las demás personas, pueden traerle alguna ITS a sus parejas. Sólo es cuestión de ponerse un condón y sanseacabó.
– Si no te sientes muy seguro con tu pareja, esto resultar un problema para tu corazón.
Reglas
1. Deben hablar al respecto directamente. Establecer sus miedos, sus anhelos. TODO.
2. Ambos miembros de la pareja deben tener cierta madurez emocional y conocimiento de sí mismos. O sea que si aún no alcanzan el timbre, mejor ni lo consideren. No es por discriminarlos, chavos, pero si apenas están conociendo cómo es el teje y maneje de las relaciones, no les recomendamos que se aventuren con algo así.
3. Respeten las reglas. Si ya establecieron los límites, aténganse a ellos. Nada de: “bueno, sólo por hoy”, “quizá ni se dé cuenta”. Nada. Si, por ejemplo, establecieron que sólo tendrán sexo con más gente, pero ello no implicará llevar a esas personas a reuniones familiares o con amigos, no sean gachos y cumplan su palabra.
4. No tengan expectativas idealistas al respecto. Como toda relación puede tener sus contratiempos y sus decepciones. Ya saben que así es esto del abarrote.
5. Respeto a uno mismo. No lo hagan sólo porque sus parejas se los pide o porque no quieren que se les vaya. Hay que ser muy claro y muy honestos consigo mismos.
Bien, ¿cómo saber si están preparados para ello?
Si te sientes cómodo con todo esto, adelante. Igual pueden intentarlo durante un tiempo y ver si les funciona. El punto es enriquecer su sexualidad y abrirse a otras posibilidades de vivirla. Si esto les hace ruido o si llega un momento en el que se sienten lastimados, aborten la misión.