La lencería es todo un tema. Es la confirmación más clara de aquello que dice que lo que importa es lo de adentro. Elegir brassiere y bragas es cuestión no sólo de estética sino también de salud y autoestima. Puede que te encante ese hermoso modelo de encaje, pero si a la hora de probártelo te saca un gordito por aquí, un resorte que te lastima por allá o una varilla que se te encaja, lo mejor es despedirte de él en medio de un mar de lágrimas y buscar otro que te haga sonreírle a la que ves en el espejo porque por fin descubriste qué es eso a lo que llaman amor a primera vista.
En este país todas somos 34B. Desde esa chica con pechos que son la pura sabrosura hasta aquella con unos más discretos, ambas dicen ser talla 34B. La verdad es que ninguna de las dos lo es (en México 90% de las mujeres utiliza la talla incorrecta de bra), así es la anatomía humana: diferente. Lo bueno es que así también son las tallas: a pesar de la homogeneidad sabemos que estas cambian según las marcas.
Si estás interesada en conocer nuevas opciones, netamente chilangas, sigue leyendo…
Lencería (Cortesía) “¿Copa D? ¡Ay, no, de eso no tenemos!”, le decían a Alejandra Montemayor las vendedoras de las tiendas departamentales a las que iba a adquirir su ropa íntima, haciéndola sentir como si fuera freakazoid. Cansada de tanta frustración y maltrato, un día, durante una comida corrida en que le preguntaron qué negocio le gustaría emprender que “no hubiera en México”, brincó de la silla y dijo: “brasieres”.
La Talla Perfecta es una línea de lencería creada para mujeres con mucho busto; nació hace tres años, luego de 10 meses de investigación, prototipos y de “cargar telas por todo el Centro”. Su primera venta ocurrió en junio de 2011. Ale es diseñadora gráfica, en sus tiempos la carrera de diseño de modas era sólo a nivel técnico; sin embargo, desde que le entró al negocio se ha dedicado a “estudiar concienzudamente la prenda, la forma de busto, la interacción de las piezas”.
La talla perfecta tiene dos colecciones, maneja tallas que nadie más ofrece (32D, 34DD, 32G, 36F, 38F, por ejemplo), su prioridad siempre ha sido brindar soporte y comodidad.
Lili Campos estudió diseño de modas y posteriormente se especializó en trajes de baño y lencería. Su marca surgió en 2010, confeccionando trajes de baño, como el nombre de la marca lo dice; un año después se aventuró en el mercado de lencería, en principio comenzó utilizando los retazos de tela para crear la primera colección, hasta la fecha sigue trabajando con los sobrantes de tela de industrias textiles, esto como una forma de contribuir con la ecología y fomentar el reciclaje.
La marca se define con tres adjetivos: sensualidad, confort y coquetería; aunque Lili también se preocupa porque sus productos también sean accesibles al bolsillo: unas tangas de lunares cherry con encaje, por ejemplo cuestan $159 y un baby doll negro está en $390.
Los diseños de Lili, además de ofrecer comodidad, buen ajuste y ser aguantadoras, son suaves al tacto, en su mayoría contienen algodón, además de un lindo estampado de buena calidad. Ella misma elige las telas y encajes y se involucra de la confección.
Ale y Lili nos dieron algunos consejos que podrían serte de mucha ayuda:
A la hora de elegir lencería
Define cuál es tu necesidad: Un sostén para diario, algo coqueto de día, para hacer deporte, un modelo para echar novio. Apela a tu autoestima y femineidad.
Aunque también debes ser atrevida: “No por el hecho de querer estar cómodas, hay que usar calzón de abuelita. Busquen otras opciones con trasparencias y lindos encajes que te hagan sentir sensual y coqueta, sin importar la talla que seas”.
Cómo explotar tu sensualidad
1. Cuida tu cuerpo. Invierte tiempo y atención en tu pecho.
2. Seguridad. Cómo te sientes acerca de ti misma. ¿No te gusta tu cuerpo? Haz algo para cambiarlo. Y si no se puede, entonces cambia tu percepción al respecto.
3. Usa lencería bonita: Invierte en el mejor brasiere
4. Apela a tu coquetería.
5. Cuida tu higiene: Siempre ocúpate en oler bien.
