Ahí sí. No, un poco más a la derecha. No, más arriba, ahí no siento nada. Sí, así, así, así… Cuando estamos en lo mero mero, parecemos oficiales de tránsito dando instrucciones para generar la chispa adecuada. Y es que sin estas indicaciones, la neta, es un poco complicado que el sujeto en cuestión le dé al punto exacto donde una estalla.
Pero además de esta guía que solemos darles, también hay posiciones que ayudan a las chicas a que la situación sea un poco más espontánea. También se vale aplicar alguna que otra fantasía.
A continuación les venimos manejando las posturas que les causarán más de un orgasmo:
Postura dominante
Mejor conocida como Andrómaca. Para todas aquellas chicas que les guste hacer a un lado la pasividad y tomar las riendas del momento, ésta es LA posición.
Es bien importante recalcar que las mujeres tienen más orgasmos cuando se estimula el clítoris, ya que cuando se produce lo que viene siendo el roce coital, el asunto no siempre jala igual. En esta posición la mujer puede tener control sobre su chico, cosa que resulta por demás sumamente excitante y además, ayudarse con la mano para que la cosa sea más intensa.
Misionero Reloaded
Sí, muchas dirán: ay no, qué hueva. PERO esta modalidad es diferente. Sí, el chico va arriba, el secreto está en que te coloques un cojín debajo de la cadera y que bajes las piernas, de manera que queden emparejadas con tu pelvis. De esta manera la penetración será mucho más profunda y permite la fricción con el clítoris, además de que tú también podrás cooperar con tu mano. Placer comprobado.
Y bueno, qué decir a la cara a tu pareja.
Perrito acostado
Recuéstate sobre la cama. Eleva un poco el trasera y deja que la magia suceda. El clítoris se puede friccionar ya sea por las manos de él o las tuyas, o bien, dejen que la cama haga lo suyo. Si decides meterle un poco de emoción, pídele que te tome de las dos manos hacia atrás. Ah, jijos.
Sobre la mesa
Así como en una película que lanzan todo lo que hay sobre la mesa, te recuestas sin ropa y dejas que tu chico haga lo suyo. Sube tus piernas sobre sus hombros y de repente jugueteas con el clítoris.
Si lo hacen en una mesa de algún lugar prohibido aumenta considerablemente la adrenalina y la probabilidad de un orgasmo seguro.
Y bueno, nunca está de más meterle alguno que otro juguetito sexual para darle mayor emoción al asunto. El punto es que ese Punto G esté bien estimulado para conseguir los mejores orgasmos de tu vida.