¿Cómo lo hago?
Sostén el pene dentro de la boca y
cierra los labios sacando todo el aire; presiónalo con la lengua hacia
el paladar -como cuando te chupas el dedo-. Mientras haces esto, mueve
la lengua arriba y abajo del frenillo, como dándole masaje.
¿Por qué jala?
Porque sentirá una presión deliciosa
y no sabrá qué lo prende más… si la imagen de verte entregada(o)
a él o las sensaciones de ensueño.
Dato a tomar en cuenta.
Cuidado con la succión… ni tanto
que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. El justo medio siempre
es lo mejor.